«El ego es importante cuando se tiene el estómago lleno, pero cuando está vacío, mantenerlo es pura mezquindad» Wolf GT

Sobre Wolf GT no hay mucha información circulando, o bueno, sí hay, pero está desperdigada en los fragmentos que forman el ecosistema de este artista visual, que no solo está integrado por cómics. Coleccionista de objetos, de discos y cómics, el trabajo de Wolf de ilustración y dibujo se mueve en los márgenes, desviándose, cada vez que puede, de la fácil figuración a la que se puede acceder en los últimos días.

Qué más queda por decir de Wolf…

Bueno, que tuvimos una conversación con él, y habló sobre sus últimos cómics, sus ilustraciones y deslizó algunas opiniones sobre el sector gráfico y visual de Medellín.

A pesar de que usted ha dibujado algunos cómics desde hace unos años, su trabajo es menos visible respecto al de otros autores de la ciudad. Parece que a usted le importa poco ser reconocido como tal ¿A qué se debe eso?

Eso del reconocimiento es algo que juega un papel extraño en mi forma de entender la relación con las personas que de una u otra manera se encuentran con lo que hago o he hecho. En algún grado para mí es importante saber que lo que uno hace es tenido en cuenta; pero por otro lado, creo que cuando no se espera nada de uno, por consecuencia, se da el espacio para hacer lo que a uno le da la gana sin implicaciones o reservas, y ese lugar siempre me ha parecido no solamente afortunado sino privilegiado. Considero que eso del reconocimiento alienta una especie de comodidad que intenta facilitar a los otros la aceptación, y en mi caso eso se convierte en una especie de traición al acto de creación, pues creo que dicho acto debe ser hostil, difícil, impredecible primero para uno, y por consecuencia, para los otros. Dicho esto, es importante considerar lo que tiene que ver con eso a lo que llaman «estilo», y es el asunto relacionado con dicho aspecto, es verdad que se convierte en algo que más o menos define lo que uno hace, lo referencia, pero tampoco es estático, cambia; los trazos se transforman de acuerdo al ánimo, la edad, los ojos; los intereses cambian, y eso es lo que enriquece el hacer lo que uno hace, de otra forma sería muy aburrido hacerlo. 

Concluiría respondiendo a la pregunta, mencionando la importancia de tener otras maneras de subsistencia diferentes a lo relacionado con la creación (visual), en un contexto como el nuestro (Colombia), el asunto del reconocimiento no va de la mano de una contraprestación económica. Suena a privilegio de quienes tienen la posibilidad de crear sin necesidad de vivir de eso, y reconozco lo fastidioso del asunto, especialmente en un estado de orfandad como el que se da en nuestro país, que permite saber que acá no se vive nada bien de hacer maricaditas para estimular los sentidos, la imaginación o el espíritu, y pues ahí eso del «reconocimiento» se hace aún menos relevante. El ego es importante cuando se tiene el estómago lleno pero, cuando está vacío, mantenerlo es pura mezquindad. A mí la economía del «LIKE» me parece de lo más interesante, no obstante, creo que el «eco de narciso» es una patología actual terrible, derivada de la sentencia que profetizaran los artistas de los años 60’s y 70’s y que está muy vinculada al acto de la creación.

Además de cómics, ha hecho diseños para discos, ilustraciones y otras cosas. Eso hace que su trabajo gráfico no se reduzca al cómic ¿Qué diálogos hace entre todas las disciplinas donde mete la cabeza?

Para mí esas diferenciaciones son inoperantes en la actualidad. Entiendo que sea importante segmentar, clasificar, señalar; en parte porque facilita la labor de análisis o mercadeo de las cosas; pero hace rato considero que los limites que separaban un hacer de otro asociado a lo visual (si es que acaso realmente existieron alguna vez, cosa que dudo) se disolvieron. Recuerdo hace años hacerle una pregunta a Gerardo Mosquera, el famoso historiador y crítico de arte cubano, en la que justamente le preguntaba cuál era su razón para considerar el diseño gráfico cómo un hacer distinto al del «Arte»; su respuesta, por demás evasiva, fue que la relación que se establece entre la obra de arte y las personas (público), es muy distinta a la que se establece entre la obra de diseño y las personas (consumidor); yo tendría en ese momento unos 20 años y aún creía que el arte era especial, a pesar de que el diseño gráfico era lo que hacía; fue con el paso del tiempo y por las cosas que fueron redireccionando mis intereses, lo que me demostró qué ese señor hablaba pura caca.

Diría que tú pregunta contiene mi respuesta, pues para mí se trata de disciplina, no importa el tipo de nombre que reciba lo que uno hace o el contexto con el que pretenda ser vinculado; de lo que se trata realmente es de encontrar las maneras más eficaces de solucionar un problema de creación. A lo que aspiro, sea lo que sea en lo que esté trabajando, es incitar un proceso de comunicación, y para mí eso es lo fundamental. ¿Qué me dice lo que estoy haciendo?, y por consecuencia ¿Qué puede llegar eventualmente a decirle  al otro que se enfrenta a lo creado? Realmente para mí no se trata de una categorización o de la clasificación, se trata del mensaje, y  la manera de vehicular eso aprovecha cualquiera que sea el medio o formato que tenga a la mano aleatoriamente; sea un cómic, sea un empaque de algún producto, sea una pieza para colgar en la pared, no importa realmente. Así pues, eso de las lógicas de superficie estará siempre al servicio de las ideas y de la comunicación visual en la mayoría de mi trabajo.  

Hay un cómic suyo donde se lee un visible diálogo con Jimmy Corrigan de Chris Ware ¿Qué otros autores de cómic son de su interés; tanto como lector, como creador?

Pues es que lo visual es fundamental para mí, como bien sabes colecciono cómics, y pues mi biblioteca por ejemplo está conformada de un 99.9% de cosas exclusivamente para ver, y los objetos libro que la integran son además de cómics; libros de artistas, fanzines, etc. Los libros de texto o para leer exclusivamente, los considero indignos de las estanterías de mi colección. Por consecuencia, mencionar un puñado de autores que hagan cosas que me emocionen más que otros es una tarea algo compleja. Igual mencionas a Chris Ware, ese autor ha sido alguien imposible no tener presente, en parte, de ahí el «fastidio» con el que me relaciono con su trabajo, en gran medida, por la gran admiración que tengo de su forma de contar historias y su magistral manera de re crear el mundo a través de su dibujo. Otros serían todos los que me acompañan. Ahorita mismo me gusta mucho Nick Drnaso; Hammett & Hillmann ó Frederic Fleury.

Como lo ha dicho, no solo ha hecho cómics sino que los colecciona, así como lo hace con los discos y otros objetos visuales ¿Qué significado tiene para un autor como usted tener una colección tan amplía de trabajos gráficos?

Es muy importante rodearse de eso que lo atañe a uno. En mi caso lo visual y lo sonoro constituyen el mundo que ocupo, y claro para mí que esa escenografía construye un paisaje que me permite reconocer cuál es mi sitio dentro de este universo.

Gusto, admiración, respeto, y también desprecio; pues cosas que coleccionaba desde joven, hoy me parecen asquerosas, inclusive cosas que he conseguido en los últimos años de mi vida motivado por cierta sorpresa o a veces por la curiosidad derivada de lo que amigos me recomiendan, que hace que termine obteniendo cosas, que pasados unos pocos meses, en ocasiones, días u horas considero basura. Con los Zines me pasa todo el tiempo, me gusta comprar cuanta mierda se me atraviesa, y cuando llego a casa y empiezo a revisar lo que acabé consiguiendo, pues ¡PLOP!, absoluta basura. Pero ojo, eso sí, nunca he botado nada de lo conseguido por más cochino que me parezca, inclusive a esas cosas malucas les doy el mismo amor y respeto con el que conservo aquello que admiro. Bueno, aunque recuerdo haber arrojado -literalmente- por la ventana del carro algunos cd’s que llegaron a mí, y simplemente no soporté tenerlos conmigo; uno de Fatboy Slim, unos discos de Frankie a muerto que me regalaron una vez para hacer un texto sobre esa mierda y un disco de Cerati.

Entonces, cuando va a botar algo sale en el carro…

Lo del carro es porque cuando estoy en el carrito es cuando pongo los cd’s a sonar.

La gran mayoría de sus cómics no tienen texto y la carga narrativa está en los cuerpos dibujados; que son cuerpos arrugados, desnudos, mórbidos. ¿Cuál es su fijación con ese tipo de cuerpos y los trazos gruesos para dibujarlos?

Provocación…

Y…

Me gusta mucho sentir cosas en retorno cuando me pongo a trabajar en alguna idea. Es buscar sentir que estoy haciendo algo que se traduzca en una emoción puntual. Últimamente amo cuando lo que hago me genera algún tipo de temor, asco, risa.

Por otro lado, trabajar enojado o puto es la mejor de todas las terapias, pues eso se vierte en la imagen y es algo que celebro. Por eso me gusta escuchar noticias cuando trabajo, pues me llenan de enojo; todo lo que pasa actualmente me emputa. Ese es el mejor estado para crear en mi caso. Las redes sociales ayudan mucho también, lo mantienen a uno al borde de la explosión, y por eso la importancia para mí de estar muy atento a lo que pasa en redes. No sé por qué, pero Twitter no me gusta tanto como Facebook, aunque es una cloaca fértil y maravillosa, especialmente en lo que tiene que ver con volarle a uno la paciencia y elevar la ansiedad, aún no le cojo el gustico especial. Claro, está por supuesto el porno amateur que es otra pasión y referente fundamental en el trabajo (En twitter está muy bien, reconozco, aunque últimamente se está haciendo un poco aburrido); pero Facebook no decepciona, logra mantenerme al límite.

¿Y el trazo?

Lo del trazo, pues eso: provocación; me gustan las líneas definidas, me gusta la claridad que da el negro sobre el blanco sin distracciones. Al menos eso, cuando se trata de la gráfica; cuando se trata de estimular otros sentidos distintos a la vista, como es la audición, las estrategias cambian pero el propósito se mantiene.

Un breve cómic en homenaje a Chris Ware.

Infierno es uno de sus fanzines de cómics. Un trabajo en donde mezcla lo silente, lo sugestivo, con imágenes de fluidos y escenas escatológicas. ¿De dónde vienen las ideas para hacer cómics de ese tipo?

Infierno en particular fue un ejercicio donde traté de emplear el 3D en su forma más despreciable. Con eso me refiero a que es un trabajo en 3D que intenta pasar falsamente como aceptable para alguien que no sabe cómo funciona una herramienta de composición 3D. En definitiva, fue un capricho. Me gusta el mito de la creación bíblica y eso desató una idea que animó a sentarme a trabajar en ese libro. Básicamente un cuerpo femenino, «LA MUJER» que deriva del hombre y configura el mundo.

Igual es un trabajo que ya tiene muchos años encima desde el momento que fue publicado, y no es algo que me interese mucho revisar.

Una página de «Infierno» Wolf GT.

Últimamente ha hecho algunos trabajos que ha publicado en redes, tanto ilustraciones, viñetas y narraciones gráficas. En unas de ella interviene fotografías con viñetas sobre lo que podría estar pasando en casas de la ciudad. ¿Cómo surgieron estos trabajos? ¿Piensa ampliarlos?

Pues la razón fue un poco en reacción directa a asuntos de la actualidad colombiana; y eso fue lo que finalmente dio vida a esas imágenes. Por un lado está el asunto de la niña indígena violada por soldados, y la otra imagen surge a partir de las apariciones en televisión del presidente Duque hablando de pandemia.

Es posible que regrese a eso; me gusta el carácter asociativo que la fotografía y el dibujo le da al resultado, donde la historia, o mejor, el desarrollo de sus direcciones narrativas está directamente vinculada a quien observa la imagen.

 

Por último, usted sigue de cerca lo que se publica en la ciudad ¿Qué opinión tiene sobre los cómics, los fanzines que se hacen en Medellín?

Cómics pues no hay tantos, y los que existen la mayoría son de poco interés para mí, no solo temáticamente, sino también y muy importante, a nivel de ejecución. Los amigos que son los que hacen finalmente lo que me interesa a nivel de cómic local, son a quienes destacaría, y no sólo porque sean cercanos, sino también porque lo que hacen aún tiene carácter. No con esto estoy diciendo que la gente más joven que anda haciendo cosas no tenga carácter, seguramente lo tendrán, es más una cuestión de pretensiones y sentido del humor. Diría que «PACHO» entre los muchachos que ahora andan haciendo libros de historieta, es el único que me hace reír; repito, hablando de libro cómic específicamente.

Y en Zines, montones maravillosos de gente súper buena y con un mejor ánimo de joder la vida, pero con un problema de factura el hijodeputa, donde lo que hacen es increíble, pero se autosabotean con esa manera ingenuamente desprolija de darle ese toque final de objeto al trabajo. Y me parece bien particular que una técnica como la risografía se convierta en la ciudad, últimamente, en la manera de darle un aspecto más terminado a los trabajos, cuando en sí misma, es una técnica de impresión deficiente.

Pero igual para mí, y esto lo he dicho desde hace rato, en el medio del Zine y el grafiti en Medellín, está el futuro de la gráfica en la ciudad.

 

Mario Cárdenas
Mario Cárdenas
Estudió literatura en la Universidad del Quindío. Ha escrito en diferentes medios sobre cómic y literatura. En sus ratos libres se dedica a tomarle fotos a "Caldera" su Bull terrier.

Dejar un comentario

Por favor escribe tu comentario
Por favor ingrese su nombre aquí

Leer artículos similares...