El deseo con fisuras

«Mi corazón no está averiado: esta quitado, fuera de mi pecho. ¿Entregado? ¿Aún ofrecido, entre mis manos?»

Tu cruz en el cielo desierto,Carolina Sanín.

«No tienes que ser bueno/No tienes que caminar cien kilómetros/de rodillas a través del desierto,/arrepentido/Sólo tienes que dejar que el animal suave de tu cuerpo/ame lo que ama».

Mary Oliver, Gansos salvajes

Luego del viaje desbordado por Italia a finales de los años ochenta, el cual quedó registrado en Hoy es el último día del resto de tu vida, (Ediciones La Cúpula, 2012) la dibujante austriaca Ulli Lust se sumergió -de nuevo- en el terreno autobiográfico para narrar el frondoso camino que vivió antes de su llegada a la adultez. Una etapa saturada de dificultades, problemas emocionales y las consecuencias de la violencia intrafamiliar. En este nuevo libro, Lust dibuja sin reparo los eventos que vivió en esos años de incertidumbre y de pocas posibilidades económicas. Movida por la pulsión de contarlo todo, Lust no guarda detalles y va encajando gráficamente el espiral que construyó y terminó devorándosela. Lo que parecía una relación estable y libre con Georg; un hombre mayor, educado y artista, se va transformando en una película de terror con la presencia de Kimata, un joven nigeriano con el cual Lust emprende una relación desenfrenada, sobre todo en lo sexual. Una relación que cuenta con el aval de Georg, que no tiene reparo en compartir su vida y la vida de Lust, con otro hombre, a causa de ciertas circunstancias que impiden satisfacer el deseo sexual de su compañera.

Como traté de ser una buena persona - Microreseñas | Comic Freaks
Fragmento de una de las conversaciones entre Ulli Lust Y Georg

En este cómic, el deseo y el amor son los motores que destilan la densidad de los acontecimientos. En ellos se va todo. Luego de un encuentro circunstancial, en una salida al parque, Lust conoce a Kimata e inician una relación irregular -como todas- pero insostenible en el tiempo. Así empieza un amor que se mueve entre la libertad, el sacrificio y el vértigo, porque como todo amor, y toda pasión «Un amor es lo que se le sacrifica. Un amor es lo que se atormenta» como escribió Carolina Sanín, en su último libro, Tu cruz en el cielo desierto. Sobre todo, por los intereses que Kimata empieza a desplegar. Kimata está poseído por Lust y Lust está poseída por Kimata, al nivel de sentirse embrujados el uno por el otro -aunque algo de esto resulta cierto al final-.

Lust logra con su mirada y su registro, recrear de forma presencial todo aquello que sucedió. La flexibilidad para jugar con registros gráficos y recursos que le dan un nuevo aire a lo contando, son de los puntos más altos en este trabajo: Las expresiones en los personajes cambian según los acontecimientos; una Lust que se derrite ante una preocupación, un Kimata que cambia de contorno por su agresividad, la forma de representación de los momentos y las escenas sexuales; en los que los personajes, se tragan, se desbordan, se lamen, giran, cabalgan y penetran la formalidad de su vida, son uno tras otro, ejercicios de creatividad que se articulan de manera elegante en la apariencia formal de la retícula usada, que cambia, se transforma y se altera con lo que pasa. La manera en la se intercalan reflexiones, con imágenes en las que solo se dibuja en la página los lugares por donde sucede la vida de Lust, despojados de toda la vitalidad, aparecen como puntos intermedios que rompen el vértigo de esos días.

How I Tried to Be a Good Person
Una página en la que Ulli Luste expresa su deseo sexual

Escapando al tono lastimero, y agotado que muchos cómics del género han usado en los últimos años, sobre todo por los condicionamientos en las formas de representación, Cómo traté de ser una buena persona (Ediciones La Cúpula, 2019) es un narración gráfica que nos recuerda el desparpajo, a veces, suprimido en los cómics autobiográficos, en la posibilidad no clausurada de narrar eventos pantanosos sin reparar en las posibles censuras o juicios morales.

Cómo traté de ser una buena persona | Zona Negativa
Una secuencia que describe la violencia progresiva de Kimata

Lo hay que en este libro es una representación de un momento de su vida, una confesión en la que parece haberse suprimido muy poco; dibujando cada detalle para poner en relación los habituales aburrimientos cotidianos, los errores y los deseos. No hay puntos medios, ni intentos por establecer correcciones morales, los juicios acá han sido sacados de la página y las viñetas. Lust expone cada detalle sin censura.

Representación de una escena sexual entre Lust y Kimata

A pesar de que lo expuesto en la narración gráfica podría haberse ajustado a una versión con ciertas enseñanzas y ajustes de cuentas en las últimas páginas, la intención es la opuesta, ya que lo que hace Lust con el género es replegarlo, mostrar nuevas vías entre la confesión, la crónica y la reflexión. De este modo, logra establecer conexiones entre su pasado, cuando sus amigas de la infancia se disputaban su amistad, acosándola, preguntándole quién era su mejor amiga, haciéndola un objeto de disputa en el inocente juego infantil, algo que se superpone con el presente de la narración, y su relación abierta con Georg y Kimata, mostrando así, cómo las relaciones entre humanos, sin importar las edades, los géneros y los espacios siempre están salpicadas. Cómo trate de ser una buena persona no es una suma de hechos pesados, y tampoco una colección de escenas divertidas, es la vida en sí, sin tantas ediciones en el camino.

Aunque podría etiquetarse como una obra sobre la violencia de género, por los actos de Kimata, los celos, y todas sus acciones machistas, Lust va más allá porque cuenta su versión con las suficientes fisuras, hilando con fineza los hechos narrados para que ésta, su historia, se encasille lo menos posible, a pesar de la exposición del choque cultural, entre una «forma de vida violenta» y otra que no parece serlo tanto. De este modo el libro es todo aquello que su título no sugiere, o sugiere de otra manera, y es la imposibilidad de ser buenas personas.

 

Mario Cárdenas
Mario Cárdenas
Estudió literatura en la Universidad del Quindío. Ha escrito en diferentes medios sobre cómic y literatura. En sus ratos libres se dedica a tomarle fotos a "Caldera" su Bull terrier.
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