El hombre multiplicado

Somos muchos de Nicolás Ordóñez, publicado por la editorial Hambre libros (2021), es un cómic que reflexiona sobre la identidad, el sujeto y la noción de individualidad. No obstante, las particularidades de esta narración gráfica, la historia apela un tema presente en otras obras.

Un escritor japonés escribe una novela cuyo protagonista comienza a multiplicarse de manera incesante, hasta que no existe en el mundo nadie más sino él mismo. Un autor portugués relata, en otra novela, la historia de un hombre y su doble. Finalmente, el artista de cómic colombiano, Nicolás Ordóñez, narra la anécdota de un hombre que comienza a replicarse en incontables ocasiones hasta hacer de la ciudad un lugar habitado por incontables yo.

En la novela titulada Me del autor japonés Tomoyuki Hoshino, se nos presenta un personaje solitario y alienado hasta que el encuentro fortuito con un celular le llevará a comenzar a un juego que ocasionará que su identidad comience a replicarse indefinidamente. El proceso de multiplicación continuará hasta hacer del mundo un lugar habitado por distintos aspectos del yo (self) del protagonista. Es importante mencionar que esta replicación acrecentará o atenuará aspectos de su personalidad haciendo que cada nuevo doble sea en ocasiones más violento, cobarde o egoísta que el anterior. Es notable que, en un principio, el protagonista de Me experimentará cierto alivio al descubrir que la otredad ha quedado anulada en tanto el otro no le es ajeno, sino que se trata de él mismo. Sin embargo, a medida que la historia avanza, el protagonista descubrirá que ese otro no sólo es necesario, sino que esa excesiva y desbordante cercanía que tiene consigo mismo le llevará a la necesidad apremiante de la autodestrucción.

Por otro lado, en El hombre duplicado del autor portugués José Saramago, el protagonista, Tertuliano Máximo Alfonso, un hombre distanciado de sí mismo y de su entorno, descubrirá que existe un hombre físicamente idéntico a él. El tópico, que podría asociarse con la figura del Doppelgänger, el doble terrible que busca suplantar la identidad del original, se convierte en una afrenta para el personaje quien comenzará a cuestionarse sobre aquello que lo define como un ser único e irrepetible. La sensación de extrañeza, acrecentada por su doble, colocará a Tertuliano en una zona liminar donde el sentido de identidad comenzará a desdibujarse y le cuestionará sobre el rol de la apariencia física en la construcción de la individualidad.  

Finalmente, en el cómic Somos muchos de Nicolás Ordóñez, ocurre un fenómeno similar, el protagonista se encuentra repentinamente con su doble que no es otro sino él mismo: «Sólo sé que estoy aquí y que soy tú y tú eres yo», contesta su otro yo. Tras el desconcierto inicial, el encuentro se desarrollará con la apacible confianza que otorga la presencia de alguien a quien no es necesario ocultarle nada.

Encuentros con el otro. En «Somos muchos« de Nicolás Ordóñez.

A medida que avanza la historia, el protagonista continuará escuchando los «ruidos raros» que anunciarán la llegada de otros más como él. Ante la aparente ventaja que podría otorgar la involuntaria «auto-clonación», el protagonista dividirá sus tareas y deseos entre aquellos otros. Sin embargo, a medida que se desarrolla la historia, su individualidad quedará diluida para dar lugar a la masificación de un único individuo, como el título alternativo de la obra sugiere, a la «introversión de las masas».

La individualidad del protagonista dará lugar a una diseminación del yo y, en consecuencia, la otredad quedará anulada por multiplicación incesante del individuo. La anécdota, sencilla en apariencia, le expondrá al lector, a través de la ironía y el humor, un mundo donde la estandarización de la identidad ha anulado la diferencia.

La vista en los otros.

Somos muchos expone una urbe contemporánea habitada por individuos cuya identidad está fragmentada en distintos sujetos, pero que forma parte de una única consciencia. Esta estandarización de valores y comportamientos permitirá la creación de una vida homogénea y en concordancia con una subjetividad única. Si bien la narración nos muestra la conciliación del protagonista con esta nueva condición existencial, la historia expone un cuestionamiento inquietante sobre la posibilidad de un mundo donde la diferencia no existe.

Ante la presencia perturbadora de un espejo en el cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, Jorge Luis Borges escribe: «Los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres». La imagen de un hombre cuya imagen se multiplica hasta el infinito acrecienta su noción de lo siniestro ante la ambigüedad sobre el origen de dicha sentencia en el relato y apunta también al tópico en cuestión: un hombre multiplicado y diseminado por el mundo hasta el infinito. Precisamente, el tema de las narraciones aquí expuestas.  

Las palabras multiplicada en «Somos muchos« de Nicolás Ordóñez.

Somos muchos de Nicolás Ordóñez abre la posibilidad, la fantasía, de un mundo habitado por nuestros dobles y lo inquietante que podría ser. Un individuo replicado en incontables ocasiones es la muestra paradójica de la reconciliación del yo consigo mismo y la exacerbación de la individualidad. En este cómic, la narrativa de la autoaceptación es llevada al límite y se muestra cómo la radical anulación del otro, incluso la supresión de las contradicciones con uno mismo, construyen un mundo estandarizado y terrible por su homogeneidad.

Texto publicado originalmente en la Revista Marvin el 9 de mayo de 2023.

 

Carolina González Alvarado
Carolina González Alvarado
Es profesora e investigadora en narrativa gráfica. Licenciada en Literatura Latinoamericana, con maestría en Letras modernas en la Universidad Iberoamericana, graduada con Mención Honorífica. Ganadora del Premio FICSAC (Patronato económico y de desarrollo) por su destacada labor como becada de investigación de alta calidad en la Universidad Iberoamaricana, Ciudad de México, en 2014 y 2015. Realizó estudios de doctorado en la UIA, en la University of Glasgow, Escocia, y en la Universidad de Almería, España. Cuenta además con el diploma en “Pedagogía del Cómic” otorgado por la Escuela Superior de la Imagen, en Angoulême, Francia. Es colaboradora de la revista sobre cómics, de circulación internacional, Comicosity, y escribe la columna El Conejo Blanco en la revista Marvin, sobre narrativa gráfica latinoamericana. Ganadora del concurso de crítica cinematográfica de My French Film Festival, onceava edición (2021).
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