Por MARIO CÁRDENAS

Pocas veces la guerra de Vietnam ha sido contada desde el “otro lado”, o por lo menos, muy pocas veces estamos al frente de un relato que esté fuera del foco occidental. La guerra de Vietnam, la muchos conocen es un infierno con una sola cara y muchos decorados. Poca veces se ha girado esa historia, Tal vez esa es una de las virtudes de “Una guerrita de nada: Saigón 1961-63”, con guión, dibujos y color del historietista filipino/francés Marcelino Truong (1957).
Truong a través de los ojos de un niño hijo de un diplomático de Vietnam del sur nos cuenta los inicios de la guerra del Vietnam. El periodo que abarca el libro 1961-1963 fue decisivo para el futuro del conflicto, ya que la inestabilidad política en el sur y sus derrotas militares, impulsaron a los Estados Unidos a implicarse al máximo en la guerra. Ahí la historia se funde página a página entre la infancia de la familia Truong, y algunos acontecimientos históricos como el bombardeo al palacio de la independencia de Vietnam del sur o el acto de sacrificio que hizo Thích Quảng Đức (quemarse hasta morir en una calle muy transitada de Saigón el 11 de junio de 1963) contra las persecuciones que sufrían los budistas por parte del gobierno de Ngô Đình Diệm.
Las reflexiones del autor desde el presente ayudan a dotar de contexto a los acontecimientos narrados en el cómic. Desde una línea de dibujo que podríamos ubicar entre la expresiones del manga y las formas de la bande dessiné. Con este decorado Truong nos cuenta una narración donde los episodios bélicos no son los protagonistas, no hay grandes batallas, “Una guerrita de nada” es un libro sobre una guerra, en una guerra- pero desde el interior de una familia.
La narración gráfica del cómic muestra la versatilidad del autor, que ha trabajado durante muchos años como ilustrador en periódicos como (Libération, Le Monde) y ha elaborado numerosos libros, sobre todo para los lectores jóvenes. Las composiciones de página combinan grandes viñetas – incluso con abundantes dobles páginas -, con viñetas pequeñas e irregulares e incluso páginas que parecen más de libro ilustrado que de cómic. La historia funciona así como un álbum de fotografías familiar en la que cada año y recuerdo se unen para dar forma a la historia personal, la autobiografía de una familia que se derrumba mientras asiste de cerca al inicio de la guerra. El uso del color es otro aspecto fundamental de la obra, Truong combina con maestría el bitono anaranjado – colores cálidos que nos trasladan al tórrido clima vietnamita -, con viñetas a todo color y con bitono azulado – para hablar de los grandes acontecimientos históricos.
“Una guerrita de nada “son los fragmentos de una guerra desde los ojos vietnamitas, los recuerdos personales que Marcelino Truong entrelaza con parte de la gran historia que estaba afectando a Vietnam del Sur en la década de 1960. Un cómic cuidado página a página, escrito desde la óptica de “los vencidos” en la cual vemos que Vietnam no solo era un despacho de guerra.