Por MARIO CÁRDENAS- 20 de febrero de 2019
Leer a Miguel Brieva es leer el mundo feliz de Husley situado en un parque de diversiones Disney de consumo y publicidad. Viñetas de colores y gente con sonrisas falsas y rostros deprimidos. Un mundo donde el arte es una mercancía, la política es basura televisiva y la propaganda se ha instalado como un relato de terror económico. Brieva es un dibujante y escritor Español- nacido en Sevilla (1974), sus publicaciones han transitado por fanzines y revistas independientes como NSLM, Recto, Tos y Mondo Brutto y ha participado con publicaciones como la satírica El Jueves, La Vanguardia, Rolling Stone y el Pais de España en el cual publicó una viñeta bajo el título “El otro mundo”. Se dio a conocer autoeditando su revista “Dinero”, formada por viñetas cortas, con críticas políticas al sistema capitalista y al estado de consumo. Sus trabajos han sido reunidos en libros como Enciclopedia Universal Clismón: Bienvenido al mundo (Mondadori, 2007), Dinero (Mondadori, 2008) o El otro mundo (Mondadori, 2009).
A través de retazos tomados de la estética naif de la propaganda de los años 50, Brieva adorna sus historias con estos rasgos publicitarios para aumentar la dosis ácida de humor e ironía que le dan un rasgo satírico a los temas que trabaja. Las viñetas de Brieva son anomalías, entre la iconografía inocente del consumismo prometedor de la posguerra mundial y textos que llevan a ese consumismo hasta extremos incompatibles, absurdos, macabros o ilusorios. A parte de su trabajo gráfico, Brieva suma la escritura para exhibir las atrocidades. Pasajes y diálogos que marcan las viñetas con mensajes cínicos que aumentan la distorsión.
En esta iconografía publicitaria desfilan: El dinero, el consumo, la televisión, la política, la libertad, temas que Brieva aborda con regularidad a partir de una línea de dibujo sucia y plagada de colores al estilo de los comix de Robert crumb y las viñetas de Raymond Pettibond, Glen Baxter, Gary Larson y otra multiplicidad de referencias como el pop art que se configuran en un trabajo bizarro que da la identidad gráfica al trabajo de Brieva. Identidad que el mismo Brieva ha llamado “neocapitalismo fascista-lúdico-democrático de consumo”, conceptos que sirven para mencionar el posible tema de su trabajo, o por lo menos para entender que el monstruo tiene muchas cabezas.
El trabajo de Brieva también está emparentado con las viñetas del español Andrés Rábago “El roto”, los temas sociales, la crisis económica y un estado apocalíptico son ideas que comparten ambos autores. Por el lado del Roto son viñetas para la crisis, por el lado de Brieva son viñetas “para un futuro que ya ha pasado”. Además de ilustraciones en viñetas, la obra de Brieva se sitúa en la tradición del cómic de Daniel Clowes, Gary Larson, Beto Hernández, y Charles Burns. Desde esa tradición del cómic se leen influencias de estilo del cómic independiente, el uso de una paleta de colores estridente, y la composición gráfica bizarra con rasgos realistas.