Cada año, Rosario se transforma en la capital nacional de la historieta latinoamericana. Lectores, artistas, editoriales, periodistas y cosplayers llegan a la ciudad santafesina en busca de nuevas historias dibujadas. En la antesala de lo que fue su decimotercera edición, nuestro editor y Editor de Audiencias de WebCómic Mutante, Demian Urdin, le preguntó a varies artistas del catálogo mutante ¿Qué representa la Crack Bang Boom?
2023 y lo que va de 2024 son años de gran crecimiento para WebCómic Mutante, la plataforma de historietas digitales argentinas de El Destape de la cual ya hablamos hace más de dos años. En este tiempo, aumentó la cantidad de lectores que ingresa día a día al sitio, aumentó la cantidad de historias para satisfacer a eses lectores y aumentó también la cantidad de suscriptores de su #ComunidadMutante, la cual representa una parte importante de los ingresos que sostienen el proyecto. En medio de todo ese desarrollo, Mutante tuvo dos highlights: la participación en la Crack Bang Boom XII y en la Crack Bang Boom XIII. Pocos días de después de haber terminado su última edición, la decimo tercera, nuestro editor y Editor de Audiencias de WebCómic Mutante, Demian Urdin, entrevistó a algunes artistas del catálogo de la plataforma en busca de entender ¿Qué representa la CBB en el mapa de la historieta nacional argentina?
Llegar a la Crack Bang Boom significa llegar en persona a muches más lectores de les que se podría imaginar. «¿Vas a la Crack?» es, quizás, la pregunta que más se escucha en ambientes comiqueros argentinos en los meses previos a agosto. Una pregunta que, por suerte y pese al contexto, mostró muchas respuestas afirmativas en este 2024. Para Mutante en particular, «la Crack» es un gran círculo rojo en el calendario anual de eventos. Siguiendo el objetivo de estar en cada vez más festivales, Rosario no podía faltar en las postas a visitar durante el año.
Para Paula Boffo, autora de Santa Sombra, el festival es «un punto de encuentro y un punto de compra». Además de los reencuentros habituales, en «la Crack» se dan situaciones que alientan el crecimiento del mercado. «Tenés desde reuniones entre editores y artistas, hasta artistas emergentes mostrando su laburo -ya sea en la feria de publicaciones, en algún concurso o en la instancia de presentación de carpetas- a un gran público», explica. Estas situaciones pueden volverse oportunidades profesionales que signifiquen un crecimiento para eses artistas.

En su propio camino como artista, Rosario fue una plataforma de visibilidad, potenciada por la buena recepción de los organizadores hacia su trabajo. Formó parte de muchas de sus actividades y fue invitada oficial. Cuando recién comenzaba a publicar sus primeros fanzines, ese vínculo cercano con artistas independientes de todo el país y esa proximidad con artistas internacionales ya consagrados fue una inspiración y el incentivo para volver cada año con nuevo material. Porque, para Pau, «la Crack es un semillero, un momento de networking zarpado para artistas». Hacer un paneo general por su paso por el evento que se realiza a las cosas del Río Paraná, «permite reconocer en qué momento de mi carrera estoy, viendo qué cosas hice para tal año y qué cosas preparé para tal otro», explica. Incluso, los años en que no pudo asistir se debieron a que estaba preparando algunas de sus obras más importantes, como Si mojás me enciendo (La Pinta, 2017) o La sombra del Altiplano (Barro Editora, 2018). «La Crack», más que un termómetro, es un odómetro que va marcando los kilómetros recorridos, el lugar en el que estuvimos, el que estamos y hacia el que queremos ir.
Para Lea Caballero, autor de Gaucho Ángel, al pensar en su propia historia, destaca que la CBB lo puso al mismo nivel que autores internacionales, permitiendo un roce con artistas que tienen la posibilidad de vivir de lo que hacen y también un contacto con gente que no trabaja haciendo historietas de manera profesional pero que, aún así, produce obra todos los años. Esos roces tuvieron consecuencias impensadas para él. «En el transcurso de todos estos años, pasé de ser una persona que se dedicaba a hacer historietas en su tiempo libre a ser una persona que se dedica a ello de manera profesional», cuenta Lea y agrega, «esos dos mundos te hacen sentir que no estás solo, te dan aliento y te permiten ver el trabajo de otros no como una vara para medirte, sino como la posibilidad de hacer algo distinto, personal».

Durante 2023, Mutante participó de la gala de entrega de los ya míticos Premios Trillo. Tres de las siete nominaciones en la categoría «Mejor obra en formato digital» llevaban su sello editorial. Aunque no pudo ganar en esa ocasión (cayendo vencido a manos de la tripleta Santullo-Loza-El Santa que comandan la serie digital Nathaniel Fox y la tierra hueca, para el sitio LocoRabia) para Jime Lagomarsino, parte creativa de Uri, Kara y la Aldea en peligro, «la emoción fue doble». Jime es astróloga, periodista, barmaid y, además, guionista. Esta fue su primera vez como visitante de «la Crack» y, como si fuera poco, como nominada para uno de los premios. «La nominación fue la última excusa que necesitaba para poder acercarme a un evento al que siempre quise ir», cuenta la guionista que armó equipo autoral con Cel Mandanici. En la edición de este año, la número 13 del festival, las historias de la plataforma también ocuparon tres de las siete nominaciones en la categoría «Mejor WebCómic», con Jeny y el post mundo, de Hor Lang, Negocios Extremos, de Fer Calvi y Ninja!, de Lubrio y Nicolás Vignolo. La historieta de Hor Lang, la más leída del sitio, triunfó, llevándose el premio en su categoría.
Boffo fue una de las personas que sí se llevó una estatuilla a su casa el año pasado. Para la ganadora del Premio Trillo a «Mejor portada», «la Crack» tiene un peso doble: uno para la industria en general y otro para su propia carrera profesional. En primer lugar, para el ecosistema se vuelve vital el lugar donde se realiza. «Es un evento gigante, federal, armado en un punto conectado y, a la vez, descentralizado de Buenos Aires», describe Pau. Para la autora de Santa Sombra, esto permite «armar otras narrativas en las que no todo tiene que pasar en Capital Federal».
Para Lea Caballero, cada viaje a Rosario significa una nueva visita al «evento con foco en los cómics número uno del país». Para él, más allá de las propuestas específicas del programa y de les invitades de cada edición, «es una especie de viaje de egresados que hacemos todos, tanto los que participamos desde el lado de los autores como quienes lo hacen desde el lado del público». Una conexión entre los intereses lectores de los fanáticos de la historieta y ese aura especial que tiene el río y los alrededores del predio.
En 2023, Patricio Oliver presentó Aquelarres, libro co-editado por Barro Editora y Clan de Fomento y cuya precuela está también en la plataforma, gracias al hecho de haberse consagrado como ganador de una de las plazas que se otorgaron en la Convocatoria Abierta 2022 para sumarse al catálogo. Para él, fue una convivencia constante entre la existencia digital y esa otra presencia en papel de la historia. Como cuenta el mismo Oliver, «estuvo buenísimo que se pudiera alinear en el marco de la Crack -que de por sí tiene un dimensión como evento federal de historieta argentina muy importante- la posibilidad de cruzar el lanzamiento de mi libro con lo que ya había hecho para WebCómic Mutante». La historia digital, que salió antes que los capítulos en papel, le permitió introducir a los personajes entre la comunidad lectora y hypear a todo el mundo.

Tener una charla sobre WebCómic Mutante y, más tarde, tener una charla sobre el libro, en el mismo espacio, le permitió a Patricio «conectar mucho más los nodos de esa lógica de narración». Esta idea de los nodos es sumamente interesante, porque, como agrega Pato, «está buenísimo poder establecer más de un canal para mostrar las historietas y que quien se quede con ganas de seguir leyendo a los personajes de Aquelarres pueda ir a Mutante y ya tener en papel lo que va a pasar». De hecho, y esto es primicia absoluta para quien esté leyendo, mucho de lo que está en la plataforma estará en el futuro libro en papel de les brujes y hechiceres creades por Patricio.
La versión 2024 fue una nueva invitación a sumergirse en el multiverso de la historia latinoamericana. Charlas, presentaciones, encuentros, ferias de editoriales y ferias de fanzineros lograron darnos un pantallazo fiel del presente de la historieta, como una zona de resistencia al contexto oscuro que vivimos en Argentina.
Para quienes formamos parte de proyectos como Mutante o Revista Blast, la CBB es una cita obligada. «Se sabe que todas las editoriales, e incluso la gente que se autoedita, le apunta a la Crack», agrega Nico Línea, Director y Editor de WebCómic Mutante. Entre la gran cantidad y calidad de publicaciones que se presentan, para Navarro hay un lugar que se destaca. «Mi parte favorita siempre es la carpa de los fanzines, donde siempre hay un montón de material», dice y suma, «donde hay también un cierto recambio generacional, porque a algunos fanzineros de mi generación, de cuarenta años, ya no los veo». En cambio, podemos ver la producción de muchos pibes y pibas nuevos. A nivel de temáticas que se pueden ver en la carpa, para el director de Mutante es una posibilidad para leer «mucho fanzine de humor, por ahí en un código de aventura, pero en código chiste y con un nivel superior en guiones». Como varias veces ya se dijo, WebCómic Mutante es un laboratorio de nuevas ideas que, en parte, nació en esa carpa y, en parte, quiere que sea el lugar en el que habiten artistas actuales y artistas futures que nutran el catálogo.
También para Jime Lagomarsino, la carpa es un lugar de gran importancia. «Está lleno de personas que pueden visitar el espacio sin tener que pagar entrada y conocer los cómics de cerca, lo que me parece una idea fantástica», cuenta y suma, refiriéndose a toda «la Crack», que «la sensación de comunidad, de acompañamiento y de camaradería es hermosa». De Rosario, Jime se llevó una sensación que -creo- todes tuvimos en nuestra primera visita al festival, la de ver que «existe mucha capacidad, muchas posibilidades de que les grandes artistas que tenemos en Argentina puedan crecer y que un evento de estas dimensiones te dé la pauta de que esto podría pasar más frecuentemente y en todo el país». Para Jime «la experiencia en sí se trató del contacto, del conocer gente, de hacerse amigos y de descubrir la cantidad inmensa de talento que hay en este país».

La CBB es más que una gran vidriera para quienes queremos que se lea más y mejor historieta. Es, además, el espacio de encuentro más importante con el que contamos, un punto en el mapa obligado año a año. Ahí estuvimos les Mutante. Ahí estuvo Blast. Ahí estaremos también en los años que vengan, en ese punto obligado del mapa y del calendario.