La prestigiosa editorial norteamericana de historietas DC Cómics, bajo el sello Elseworlds (Otros mundos en español), nos ofrece cada tanto historias de sus superhéroes más conocidos —Superman, Batman, Aquaman, Linterna Verde, la Mujer Maravilla, La Liga de la Justicia, etc.— situándolos en diferentes mundos, en otras dimensiones o épocas, inmersos en circunstancias diferentes, lo cual enriquece enormemente las aventuras de estos personajes. Podemos ver entonces a los héroes de siempre en historias que los refrescan al sacarlos de su contexto habitual, como en la historia Superman: The Dark Side, donde Superman se encuentra a las órdenes del monarca oscuro del planeta Apokolips, Darkseid u otras como Batman: Reign of terror, donde Batman es un hábil espadachín.
La historia llamada Gotham: luz de gas daría nacimiento a la colección Elseworlds., un one-shot publicado en 1989, Mignola trabajaría en este cómic junto al guionista Brian Augustyn y el entintador P. Craig Rusell; una historia en la que Batman se enfrenta contra uno de los peores y más enigmáticos asesinos de la historia: Jack el destripador, en medio de callejones pestilentes y lugares de mala muerte de la Londres victoriana precisamente trazados por el lápiz de Mignola. Esta obra fue para Mignola una entrada al universo de Batman, y después participará en el desarrollo de otro tomo interesante de esta colección llamado Batman, la maldición que cayó sobre Gotham, obra que abordaremos en esta reseña.
Gotham: luz de gas le sirvió a Mignola para crear una interpretación de Batman a través de su dibujo acentuado en lo oscuro y misterioso, el tono por el que muchos reconocen hoy a este personaje. Se vuelve tan emblemático su trazo que continúa influenciando a muchos de los dibujantes posteriores que le han dado vida a Batman; es el caso de Troy Nixey, dibujante del cómic Batman, la maldición que cayó sobre Gotham, y que en este ocasión trabajó al lado de Mignola, quien hacía de guionista.
Es pues en Batman, la maldición que cayó sobre Gotham donde ese trazo marcado de Mike Mignola, amante como pocos de sumergir a los lectores en atmósferas densas y macabras, logra un Batman más siniestro de lo habitual a partir de sus sugerentes juegos de luces y sombras. El mismo Mignola diría que Batman se le hacía más fácil dibujarlo que otros superhéroes. “Ya que soy un tipo cuyo principal talento está relacionado con el uso de las sombras. Y Batman es uno de esos personajes que funcionan mejor cuanto menos ves de él”.
Esta obra es un homenaje —en versión Elseworlds—de Mignola al escritor Howards Philip Lovecraft quien ha influenciado vastamente el universo creativo del historietista. En esta historia los tradicionales personajes de Gotham City se dejan impregnar de la atmósfera malsana, de las texturas que poseen todas las historias del escritor de terror cósmico.
No hay que olvidar que Mignola es un autor de cómics que fue madurando lento dentro de la industria mainstream norteamericana, que empezó a trabajar realizando ilustraciones sobre personajes pulp como Red Sonja, Dominic Fortune, The Spirit o Doc Savage en la revista Comic Reader y que pasó por dos de las casas editoriales más grandes de Estados Unidos(Marvel y DC) tanteando en las sombras, pues su estilo de dibujo no parecía encajar mucho con los musculosos superhéroes. Mignola dibujó para Marvel series como Rocket Raccoon y Alpha Flight; así como Phantom Stranger y The World of Krypton para DC Cómics, entre muchas otras hasta llegar a consolidar su definitivo estilo, un híbrido entre lo mejor de Jack Kirby y el expresionismo alemán. Su estilo es absolutamente evidente en las páginas de su Hellboy, la obra donde dio rienda suelta a toda su libertad creativa, su gusto por el folklore, los cuentos de hadas y los relatos perturbadores y oscuros, publicada por Dark Horse Cómics.
Desde las primeras viñetas de Batman, la maldición que cayó sobre Gotham, donde nos muestran a la Antártida en 1928, recordamos relatos de Lovecraft como “En las montañas de la locura”, de 1931. Incluso el nombre de la aventura es un claro homenaje a otro de sus relatos “La maldición que cayó sobre Sarnath” del nativo de Providence. Personajes como Ra’s Al ghul, viejo enemigo de Batman, aquí aparece ocupando un lugar que perfectamente encaja en el de Abdul Alhazred, el poeta y demonólogo del universo lovecraftiano que escribió del libro maldito Al Azif o Necronomicón; libro que en la obra de Mignola se referencia con otro título: el testamento de Ghul. Así mismo, vemos a otro enemigo de Batman, Harvey Dent “Dos Caras” como alcalde electo de Gotham, quien sufre una transformación en la mitad de su cuerpo debido a la infección que le provoca Hiedra Venenosa: se convierte en un portal a otra dimensión desde donde los Dioses Primigenios quieren manifestarse a los seres humanos para reclamar este mundo como su propiedad, y luchan por sembrar el caos y el horror.
Talia Al Ghul, el Señor Frío, Killer Croc, El Demonio Etrigan y tres de los Robins clásicos (Tim Drake, Jason Todd y Dick Grayson) serán reconocibles para los habituales lectores de los cómics de Batman así como El comisionado Gordon y su hija Bárbara, que aquí hace el papel de vidente y espiritista. Todos ellos se pasean por las páginas de este ejemplar que quizás pudo haber sido mucho mejor si hubiese sido dibujado por el propio Mignola. En su lugar tenemos el dibujo de Nixey cumple con su trabajo creando un ambiente entre tenso, desgarrador y lúgubre, acompañado en la danza visual por Dennis Janke en la tinta y por Dave Stewart con su uso acertado en el color.
La maldición que cayó sobre Gotham es un cómic indispensable para los amantes de ambos personajes: Batman y Lovecraft, encontrarán aquí un peculiar divertimento. En su fusión es una historia respetuosa con ambos universos y se convierte por tanto en todo un logro de sus creadores.
Batman: la maldición que cayó sobre Gotham
Argumento: Mike Mignola y Richard Pace
Guión: Mike Mignola
Dibujo: Troy Nixey
Tinta: Dennis Janke
Color y separaciones: Dave Stewart
Portadas: Mike Mignola
ECC Ediciones
160 páginas a color
2016