«No hay que complacer. La labor del artista no es complacer al público»: Luto

Aunque todavía se le puede considerar como un dibujante joven (Luis Tobón, Cali 1987) más conocido como Luto, ha estado en varios de los momentos claves de la historieta colombiana en las últimas dos décadas. Este artista gráfico, dibujante y grabador que mezcla el Punk, el Metal, y su gusto por la animación japonesa y las historietas populares latinoamericanas cuenta con un extensa obra gráfica publicada en fanzines como Minora, Rok, y en publicaciones como Larva y Dr Fausto (Colombia) Carboncito (Perú), Taco de ojo (México) Comme Viñetas (Francia) y la gacetilla Robot. En 2019 fue uno de los dibujantes invitados al 45 Salón Nacional de Artistas de Colombia con su participación en la muestra «Arquitecturas narrativas ». Dibujó el # 5 de la Fanzinoteca del Rock de la Valija de Fuego. A la fecha ha publicado dos libros: Viñetero (2017)  una serie de historietas de un página, en las que experimenta con el lenguaje de historieta y su arquitectura narrativa, y Pogo de manos es de villanos (2020) una breve antología de las historietas de Carefukyou.

 Me gustaría empezar hablando de tu personaje más conocido: Carefukyou. ¿Cómo nació ese personaje, y cómo ha ido cambiado durante estos veinte años?

El personaje nació por una recocha que me tenía mi hermana, ella siempre me decía que tenía cara de Fuckyou, así, pura peleíta de hermanos. Y como la palabra me daba mucha risa, terminé dibujando el bichito en una de las agendas de dibujo que cargaba en ese tiempo. Y nada, vi que el personaje está muy chistoso, y le empecé a sacar tiras y tales. Desde un principio fue eso, una recocha. Encontrarme con un personaje con el arquetipo del personaje malhumorado, el mal ejemplo, y lo que he querido es evolucionar. Con todo este tiempo, además de un personaje, un mundo ha sido crear una familia. Darle un trasfondo, una historia detrás para generar otras historias, una familia ayuda mucho. Nunca he estudiado guion, nunca he estudiado teoría ni nada de esto, todo el trabajo ha sido autodidacta. Lo que más me interesado en este tiempo ha sido trabajar la otra parte de la familia de él: Black carefukyou, Leidyfukyou, la abuela, el perrito. Lo que me interesa en futuro es desarrollar más las historias de ellos, y las ideas de proyectos con estos personajes.

El que pinta no dejara de pintar. Historieta publicada en la sesión Entreviñetas del Espectador.

¿Por qué ha sido importante esa «militancia» política contra las cosas que no te gustan, contra los gobiernos y políticos y demás?

Más que militancia es una posición frente a la cosas. Sobre todo es una actitud, actitudes que aprendí sobre todo del punk, de no quedarse callado y denunciar, todo lo que a uno le parece injusto o le parece una mierda en esta vaina que nos rodea en la sociedad. Y nada, el cómic para mí es el canal para poder mostrar y expresar todas esas posiciones que tengo respecto a muchas cosas. A mí me gusta pensar y observar mucho qué es lo que pasa alrededor, y qué puede uno crear a partir de esos eventos. Para mí es muy importante que la historieta que uno cree, también pueda hablar de eso mismo, pero en un futuro.

 

Una historieta de Quino reinterpretada por Luto para ilustrar la critica época que vive Colombia.
«Las chicas superpunketas» Luto

Usted es dibujante muy joven, aunque ha estado muy presente en la movida desde hace tiempo siendo un fanzinero muy activo. En casi veinte años de trabajo activo. ¿Cómo ha visto lo que ha pasado en los últimos años?

Lo que he sentido es que se ha llamado a más público y a más autores. Han crecido eventos y proyectos alrededor de la historieta. A diferencia de años anteriores hay más. Todavía sigue siendo una cosa muy mínima. Todavía falta muchísimo. Hacer cómics no es una labor profesional acá, no hay una profesionalización de la historieta, hay gente que puede valorar el trabajo, a veces no responder a la hora de encargarte un cómic. Todavía una especie de informalidad que todavía se tiene que mejorar, son aspectos que uno como creador necesita para poder trabajar tranquilo. Si vos querés que yo te trabaje tranquilo en un cómic, para yo estar tranquilo, debo responder con todas mis necesidades básicas: arriendo, servicios y todas las cosas. Si quiero pagar pero estoy preocupado por eso debo buscar otro trabajo para poder sostenerme. Eso no existe acá. No existe. Ha pasado, para mí sería ideal. Pasa mucho con las becas, las becas son uno de los mayores aciertos, las becas del Ministerio y de los municipios, y que deberían extenderse a más ciudades. Creo que hasta el momento, hasta donde yo sé, están las tres principales: Medellín, Bogotá y Cali.

Hay en Pereira…

Es buenísimo que eso se extienda. Es un estímulo para fomentar la creación de historietas y es un derecho de todos. Es plata de nuestros impuestos.

Aunque siguen siendo partidas mínimas en relación con otras formas de arte

Exacto. Deberíamos tener más.

«Polvo mortal». Historieta de Luto.
«Periquito» por Luto.

A pesar de que estamos en tiempos de alta censura y autocensura ¿Por qué seguir con esa incorrección política que en su caso es además estética?

No hay que complacer. La labor del artista del artista no es complacer al público, es mostrar al público otras cosas, que incomoden, que pueda mover otros aspectos. Ahora, lo que pasa con la corrección política, sí estoy muy atento a eso, lo entiendo como una manera de ver otras perspectivas con las que se puede trabajar. Se puede seguir trabajando en la línea que manejo pero de una manera inteligente. No se trata de decir hijueputas todos y ya. Uno está en el derecho de hacer esas cosas, vos podés seguir trabajando en eso, público hay pa todo. Si vas a buscar eso en mi obra no es el lugar. El público también tiene que ser inteligente, no se trata de tratarlo como a un niño de seis años y taparle los ojos. Hay que gente que hace de todo. El mundo es extenso.

 

Portada de Luto para el Magazin caleño Sursystem.

En su trabajo hay muchas conexiones con historietas populares de Latinoamérica ¿Qué significado tiene ese tipo de historieta para vos?

Para mí es un agradecimiento, no sé si consciente o inconsciente. Yo aprendí a hacer historietas con esas cosas, yo aprendí a leer historietas con Condorito, Archie, Quino, con Periquita. Yo llegué a las historietas desde muy niño con las colecciones que tenían mis papás, mis hermanas. Todo eran de estos cómics populares, para mí esta es la pulpa básica del cómic, todo esto, son cómics que le enseñan mucho a uno, no tenés que llegar a ver el cómic como la cosa seria, la novela gráfica, toda esa cosa que a mí me da pereza. A mí me interesa el cómic con esos grandes clásicos que me impulsaron a hablar de este mundo como es.

Una página de «Viñetero» por Luto.

¿Por qué le ha llamado la atención la exploración, pensar el dibujo, el lenguaje de la historieta como lo que hizo en Viñetero?

Es exploración, explorar todo lo que el lenguaje puede ofrecer. Para mí el Viñetero fue unos ejercicios a los que llegué fortuitamente o intuitivamente, fue un personaje que salió, empecé con una historieta y salió otra, fue un impulso. Y dije, hagamos una exploración con todo el lenguaje del cómic. Para mí ese personaje me permitía hacer esas cosas.

«Pogo de manos es de villanos» y «Viñetero» dos libros de Luto.

Además está en su trabajo el punk, el cine, la animación japonesa, ¿cómo organiza todas estas fuentes narrativas?

Yo agarro todas las cosas que me encantan. Uno tiene que nutrir ese bagaje cultural, intelectual, o lo que sea, con todas las artes que uno pueda encontrar: la música, el teatro, el cine, el cómic. Es muy triste decir que solo hago cómic y leo cómic, o leo solo un tipo de cómic. En la variedad está el placer, como se dice popularmente. A mí en ese caso me gusta explayarme en esas vainas que en lo personal me impactan mucho. Ahí sale todo lo demás que quiero proponer.

«Sailor fuk» una versión de las Salior Moon por Luto.

Vos tenés muchas ilustraciones sueltas. ¿Ha pensado en publicar de manera conjunta muchos de estos trabajos que poco se consiguen?

Sí, claro, Pogo de Manos y Viñetero son un ejemplo de eso. Hay muchas que he dibujado. Es algo que aprendí con los fanzines, con esa necesidad de difundir de mostrar las cosas. Hago cosas en fanzine, a pesar de que me encanta la corriente, pero para mí el libro es la meta final. En los libros, sobre todo en estas primeras publicaciones es donde recopilo todo este material. Yo me dedico es a dibujar, no muestro todo, si muestro muchas cosas necesarias en internet porque internet ayuda mucho a la difusión de la obra y a que la gente conozca lo que uno hace. Y hay cosas que guardo para estas recopilaciones. Tengo pensado en un futuro hacer otras recopilaciones, tanto del Carefukyou, como de otras historietas que tengo pendientes o que ya están terminadas, que no he mostrado, y pensarlas más como una publicación de revista. Cogiendo de ejemplo que lo que ha hecho Art Spiegelman o Daniel Clowes, ellos hacían eso, igual ellos tenían plata. Esto aquí es otra vaina. Pero sí, quiero hacer una publicación con la obra que yo hago.

«Mujer Gorilla» Luto

Parte de lo que presentaste para el Salón Nacional fue Mujer Gorila ¿Esa historieta para cuándo?

Esa se demora, esa demora. Esto del Salón fue una especie de falso detrás de cámaras. Es un proyecto que tengo, era un proyecto de guion que tenía para cortometraje. Yo se lo presenté a Alejandro Martín, que fue el curador de esa exposición. Alejandro le gustó, y me propuso y me dijo «ve, por qué no haces eso en cómic». Que era algo que había considerado. A él, Alejandro le interesaba mostrar el detrás de cámaras de ese proceso de creación. Esta cosa que quedó expuesta en el Nacional, a pesar de que fue primera idea, es una parte, el algo que quiero sacar, que está ahí. Pero primero quiero terminar otras, antes de dedicarme a la Mujer Gorila.

De la serie «Los diablitos» Luto.

Vos has estado en todas, en muchos momentos claves de la historieta en Colombia de las últimas dos décadas. Una de las tantas cosas que has hecho es ser bloguero, desde las épocas que todos tenían blog; Larva, Nomás, Paola, Joni y muchos otros más tenían y por ahí surgían unas conexiones que fueron importantes ¿Por qué seguís conservando el blog?

El blog para mí fue muy importante, el contacto con muchas cosas que terminé participando. Terminé publicando en Venezuela, los de Larva me contactaron, publiqué en Vinagreta Garbo. En ese tiempo el blog era más visto que lo son las plataformas ahora. Internet ahora básicamente es meterse a Facebook y Instagram, y ya. El blog insisto con él porque no soy capaza de cerrarlo. A pesar de que he tenido la idea, de decir hasta aquí. Abrir una página. Es muy probable que eso a un futuro pase. Lo sostengo por nostalgia, por terquedad, y está una chimba. No sé qué pase con eso. Son muchas que tengo pendientes. Me toca hacer de todero. La autogestión es dura, tengo mucha cosa. Y eso hacerlo uno solo es una labor muy larga.

Mario Cárdenas
Mario Cárdenas
Estudió literatura en la Universidad del Quindío. Ha escrito en diferentes medios sobre cómic y literatura. En sus ratos libres se dedica a tomarle fotos a "Caldera" su Bull terrier.

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