El invierno del dibujante de historietas

En la España de finales de la década de 1950 ser dibujante de historietas era un oficio. Los dibujantes eran tratados como obreros más que como artistas, trabajaban por jornada y eran pagados por la cantidad de páginas que hicieran en el transcurso del día. Esto sucedía, por ejemplo, en una de  las editoriales más prestigiosa del momento en Barcelona: Bruguera. Ahí un grupo de dibujantes cumplían con los encargos de la editorial para llenar las páginas de revistas, para diferentes tipos de lectores.

Pero a pesar de tener un empleo estable y una remuneración constante, muchos de los dibujantes de la Editorial Bruguera no se encuentran a gusto en la empresa, la razón es que se sienten explotados y con justa razón: no reciben lo suficiente por lo que hacen, su trabajo tiene muy poco margen de creatividad gracias a la censura franquista y, como si fuera poco, los originales que dibujan quedan como propiedad de Bruguera, perdiendo así los derechos de autor sobre su propia obra.

 

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Algunos personajes creados por el grupo de dibujantes de Bruguera

 

En esas circunstancias, y durante el invierno de 1957, un grupo de dibujantes de Bruguera, llamados los cinco grandes: Josep Escobar, autor de Zipi y Zape; Conti, padre de Carioco; Cifré, creador del reportero Tribulete; Peñarroya, de Don Pío; y Eugenio Giner, que había inventado las historietas de El Inspector Dan de la Patrulla Volante para la revista Pulgarcito, deciden abandonar la editorial catalana y fundar su propia revista: Tio Vivo.

Se trataba entonces, y para ese momento, de un hecho sin precedentes en la historia del cómic español (o del tebeo, como le dicen a la historieta en el país ibérico): una revista cuyos dueños sean los mismos dibujantes, esto les va permitir hacer historias más pensadas, hechas con más gusto y quizás más sinceras, obras de autor y para un público más adulto, fuera de la estandarización de Bruguera y del ahogo del régimen de Franco.

 

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Portada # 1 de la revista TíoVivo, y recreación de Paco Roca.

 

Esta es la historia que nos cuenta Paco Roca (Valencia, España. 1969) en El invierno del dibujante (Astiberri, 2010), una obra en historieta que nos recuerda el celebrado cómic de Carlos Giménez, Los profesionales. Pero si la historia de Giménez, unos años después de la que cuenta Roca, y en la editorial de Josep Toutain, es mucho más cómica y los dibujantes que trabajan en esta otra editorial catalana son más desparpajados (quizás porque sucede a finales del década de 1960 y principios de 1970, cuando el franquismo estaba a punto de colapsar), la de Roca es mucho más trágica. Los dibujantes del Bruguera, de finales de la década de 1950, se encuentran constreñidos, sofocados por las imposiciones de la misma editorial y por un régimen político en pleno vigor.

La aventura de los cinco dibujantes de Bruguera queda sólo en eso, dos años después tienen que volver a su antiguo trabajo, la creación de una revista como Tio Vivo queda en un sueño inconcluso ya que ha sido la misma editorial Bruguera la que se ha encargado de poner los palos sobre la rueda al intento emancipador de sus empleados: Tio Vivo, en su primera etapa, sólo alcanzó un número, y esa sola edición nunca llegó a los quiscos de revistas, porque la grande Bruguera se encargó de que eso no sucediera.

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Detalle del Invierno del dibujante, Paco Roca

 

Paco Roca es un dibujante ya conocido en su país. Inició en la década de los noventa en revistas como El Víbora y Kiss Comix, pasó luego a trabajar en encargos de cómics para Francia y Estados Unidos. Pero lo que le dio realmente un reconocimiento nacional e internacional fue su novela gráfica Arrugas (Astiberri, 2008), en la que cuenta historias alrededor de un grupo de ancianos, en donde el Alzheimer y la demencia senil son protagonistas. Arrugas le mereció a Roca el Premio Nacional de Cómic (2008), otorgado por el Ministerio de Cultura de España. Dentro de su producción también se destacan dos libros de historieta más: Las calles de arena y Emocional World Tour. Pero, definitivamente, es con El invierno del dibujante que Paco Roca alcanza un muy alto nivel.

 

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Detalle del Invierno del dibujante, Paco Roca

 

El mismo Roca reconoce que la historia de los dibujantes de Bruguera, de la época franquista, la tenía girando en la cabeza desde niño, desde que él mismo se apasionaba leyendo los tebeos de aquella época. Para lograr una obra tan atractiva como El invierno del dibujante, Roca ha tenido que documentarse muy bien sobre el hecho concreto de Tio Vivo, las incidencias de la editorial Bruguera y de la época misma en la que se desenvuelve la historia. Además, ha echado mano de todo su talento como dibujante, porque una de las cosas que más atrae de la novela gráfica es la atmosfera de la España de esa época, las calles de Barcelona son retratadas con una veracidad abrumadora, los peatones, las vitrinas de los almacenes, los avisos de publicidad, la forma de vestir de los transeúntes. Pero, sobre todo, la atmosfera de una ciudad que parece derrotada, hay como una sensación de que se debe pisar leve por esas calles, de que hay que bajar la cabeza, de que no se puede ir en contra de las reglas. Todo lo contrario es lo que pretenden los dibujantes disidentes de Bruguera. Sin embargo, su intento por salir avante con su proyecto da un traspié sin remedio y toda la ilusión y la esperanza de salir de esa situación de explotación, la poca creatividad y el ahogamiento, se estrella no sólo contra Bruguera sino contra la mitad de España, contra el mismo régimen franquista.

 

Álvaro Veléz (Truchafrita)
Álvaro Veléz (Truchafrita)
Historiador, docente universitario y dibujante de historietas. Autor de la revista de historietas Cuadernos Gran Jefe y editor de la gacetilla de cómics ROBOT. Ha publicado artículos sobre cine y cómics y ha dibujado historietas para la Revista Universidad de Antioquia, Kinetoscopio, El Espectador, Universo Centro, Soho, Fierro (Argentina), Cábula (Argentina) y Carboncito (Perú), entre otras. Además, publicó una historieta diaria en el periódico El Colombiano, entre febrero de 2012 y agosto de 2014.

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