Apuntes sobre los estímulos de cómic en Colombia

No se puede negar la importancia de los estímulos a la creación y las becas en el desarrollo profesional y artístico de una comunidad creativa. Uno de los ejemplos fundamentales de su importancia, son las becas del FONCA en México, las cuales son parte básica del fomento artístico de ese país, debido a que ha posibilitado que cientos de creadores logren terminar, compartir y publicar su trabajo creativo. En Colombia, en el caso del sector creativo de los cómics, gracias al esfuerzo de instituciones y editoriales, en la última década se han ido abriendo espacios que le han permitido a muchos autorxs de cómic trabajar en sus proyectos, ganar experiencia y formación en otros países gracias a estímulos como: La beca de creación de novela gráfica en la Cité internationale de la bande dessinée et de l’image (Francia), tanto el proyecto de Idartes en compañía de Entreviñetas y la Alianza Francesa Bogotá, como la beca del Ministerio de Cultura, la beca para publicación, cómic o novela gráfica de las becas de estímulos Cali, que ha permitido la edición y trabajo de libros como Viñetero de Luto y El Cerrao de Julio Cesar Rodríguez, solo por mencionar algunos. De igual modo, la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín, a través del Plan Ciudadano de Lectura, Escritura y Oralidad  estableció en 2016 un estímulo para la creación de cómic y novela gráfica, una beca de la cual han salido libros como Revisión a la historia de Francisco Peláez y Pánico de Ana López, además del proyecto ganador en 2019 Tres Horizontes, un cómic del equipo de trabajo de Altais cómics: Lina Flórez y Pablo Pérez. Y la Beca Comic o Novela gráfica del Programa Distrital de Estímulos con el apoyo de FUGA (Fundación Gilberto Alzate Avendaño), una beca que hizo posible El señor P de Henry Díaz, Gestos de mala educación de Raúl Piamonte y Santiago Guevara, entre otros trabajos.

Sin embargo, y a pesar del rico panorama, el Programa Nacional de Estímulos 2020 – presentó en su paquete de estímulos la Beca para la Publicación de Libro Ilustrado– Álbum, Cómic o Novela Gráfica, la cual «busca estimular la publicación de un libro ilustrado (álbum, cómic o novela gráfica) para incentivar la producción literaria y artística con contenidos de calidad». Esto ha significado un retroceso en el estímulo, por la agrupación en una sola línea a creaciones de distinta naturaleza, lo que reduce las posibilidades de participación y hace una mezcla conceptual que no favorece las evaluaciones finales. Un libro de cómic no es lo mismo que un libro ilustrado. Sin contar con las diversas restricciones y exigencias, ya que solo se pueden presentar proyectos avalados por editoriales. A lo cual, una editorial solo puede certificar un solo proyecto en esta categoría.  

A pesar de esta noticia que debería revisarse en el corto plazo, en la ciudad de Bogotá este año se abrió el primer Premio Distrital de Narrativa Gráfica Ciudad de Bogotá, un premio que busca «Reconocer el trabajo de creadores colombianos residentes en Bogotá». Esta iniciativa podría ser emulada en algunas ciudades de Colombia o trabajar de manera conjunta para que se abra una convocatoria de esta índole a nivel nacional. Partiendo de que no hay becas o estímulos de este tipo en ciudades como Barranquilla, Pereira, Manizales o Ibagué.

Por último, tanto en estímulos generados en las ciudades mencionadas al inicio, como en el Programa Nacional de Estímulos, deberían ampliarse los rangos de las convocatorias, atendiendo a los diversos géneros y formatos del cómic. Este es un asunto importante y que, al parecer, no se ha considerado en muchas de estas convocatorias de estímulos y becas, entendiendo que el cómic va más allá de lo que se llama “novela gráfica” y todos sus derivados de aceptación y validación institucional. Una serie de estímulos más diversos, podría aumentar la producción de cómics locales y nacionales reconociendo el trabajo de los nuevos creadores, y otros de más larga trayectoria. En ese sentido, y esperando resultados más amplios y diversos en la producción, las becas y estímulos deberían ofrecer mayores posibilidades teniendo en cuenta la amplia creación de fanzines de cómics en el país, la creación de cómics infantiles, debido a que este es uno de los tipos de cómics con mayor proyección y con autorxs trabajando en contenidos; la posibilidad de un beca para desarrollar un trabajo de cómic documental o periodístico, estableciendo de este modo una evaluación centrada a este tipo de proyectos. Este último, un género de cómics que ha ganado mucho espacio en los últimos años en Colombia. Así como apoyos para investigaciones sobre cómic (centradas en estudios monográficos, o teoría de cómic) y revistas de historietas (en papel y en digital).

En resumen, no se trata de dividir los recursos existentes para abrir estos espacios, sino de ampliar y trabajar para se destine un mayor presupuesto para el sector, que se entiendan los modos particulares del cómic, así como pasa con el cine o la literatura, los cuales tienen estímulos para cortometraje, cine documental o cuento, novela y periodismo narrativo. Las propuestas mencionadas, sumadas a los espacios ganados, fortalecerán un sector en crecimiento y con muchas posibilidades en el camino.

 

 

 

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Revista Blast es un medio digital que trabaja en la divulgación y crítica del cómic en Latinoamérica. Nuestro trabajo es promover y explorar las formas narrativas del noveno arte.

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