Cartografiando historietas de autoras iberoamericanas

Los estudios en cartografía han demostrado los profundos significados que se ocultan en lo que aparenta ser un simple trozo de papel. La BBC estrenó, hace ya algunos años, la serie The Beauty of Maps donde especialistas descubren las subtramas escondidas en los más maravillosos mapas del mundo. El antropólogo argentino Pablo Wright desarma las simbologías y significaciones que implica haber llamado «desierto» a la región chaqueña, indagando en las consecuencias discursivas y en las consecuencias físicas que el nombre implicó. Carnes Tolendas, uno de los movimientos gráficos más poderosos que han existido en Argentina durante los últimos tiempos, publicó el fanzine «Anarcha Glam. Herramienta para la descolonización corporal», donde se recorría el proceso de nombramiento del cuerpo femenino, la historia acerca de un mapeo físico llevado a cabo por el sistema médico patriarcal.

Los mapas han sido, desde tiempos inmemoriales, la expresión de los poderosos abriéndose camino. Han indicado los dominios del señor, en la tierra y en los cuerpos. Han diseccionado en límites caprichosos los alcances de cada territorio, de cada órgano y de cada músculo, divididos todos entre sí por nombres igual de arbitrarios. Han buscado definir lo que es y lo que no es, lo que está y lo que no. Los mapas han sido, y son hoy, una representación de la existencia. Con esa misma fuerza, pueden eliminar aquello que no quieren mostrar. Por eso la importancia de poner el acto cartográfico en otras manos.

¿Quiénes hacen los mapas? Mapear historias, corporalidades, geografías, uniendo postas con el trazo de las manos que han dibujado a lo largo de Iberoamérica y lograr un mapa que impida perderse. Esa es la misión de la exposición «Coordenadas Gráficas». Cuatro puntos geográficos que conectan a más de cuarenta artistas de España, Argentina, Chile y Costa Rica en una narrativa que revisiona el pasado, el presente y sienta las bases de un futuro prometedor para les artistas gráfiques iberoamericanes.

La campaña implicó sumar conocimientos, experiencias de personas que entienden el terreno en que habitan. Cada curadora conoce bien la territorialidad y sus artistas, son expertas en el arte de perderse para encontrar(se). Para Elisa McCausland, curadora por España, este trabajo cartográfico parte de lo vivido a la hora de recabar información para la exposición «Presentes, autoras de tebeo de ayer y hoy» de 2017. La muestra dirigida junto en conjunto a Carla Berrocal fue «un proyecto expositivo con vocación de artefacto desde el que establecer diálogos, redes y comunidades», cuenta McCausland. «Presentes» contaba con un elemento fundamental en el arte de mapear, su itinerancia. Como los caminos del Imperio Romano y el desarrollo de la religión en Medio Oriente, la genealogía de artistas españolas avanzó por postas y así logró compartir sus aprendizajes. Para la investigadora española, ese carácter ambulante «permitió también  cuestionar algunos de los lugares comunes de la historieta y sus asignaciones. Y, lo más importante, tejer relaciones con las amigas y compañeras investigadoras».

Con el germen de «Presentes», sumado a sus experiencias investigando a las autoras de la Revista Fierro, dirigiendo la Revista Clítoris y sus formatos antológicos, formando parte de Carnes Tolendas y participando de espacios colectivos como el Festival Vamos las Pibas! (hoy VLP!), Tinta Queer y otros, Mariela Acevedo se embarcó en la realización de «Nosotras contamos. Un recorrido por la obra de autoras de Historieta y Humor Gráfico de ayer y hoy » de 2019. Todos estos aprendizajes precedieron lo que es hoy «Coordenadas Gráficas» y se orientan en «una búsqueda por generar coordenadas para una historieta feminista», explica Acevedo.

Cruzando la Cordillera de los Andes, para Chile y sus curadoras Paloma Domínguez Jería e Isabel Molina, «Coordenadas Gráficas» significó el primer paso concreto hacia una visión sobre la escena local. Tres elementos dieron lugar a esa necesidad: las genealogías española y argentina, la creciente cantidad de artistas emergentes y las conexiones que entre elles y ellas se van formando y, por último, el surgimiento de publicaciones -en fanzines, revistas y medios digitales- y encuentros. Estos últimos, según las cartógrafas trasandinas, «van fortaleciendo las distintas voces autorales arraigadas en el feminismo, que comienzan en la década de 2010 y que se han ido asentando hasta el día de hoy».

Costa Rica fue el último país en sumarse a la iniciativa y el que presentó más tierra desconocida. Como explica Iris Lam, curadora en latitudes centroamericanas, «la escena de la historieta hecha por mujeres es aún incipiente». Por ello, la decisión fue abrir una convocatoria que permitiera identificar a las artistas que estuvieran trabajando cómic. La respuesta encontró ilustradoras con experiencia, así como artistas que vieron en el proyecto un llamado a la acción gráfica. En virtud de plantar bandera, «Coordenadas Gráficas» significó «sentar un precedente para la historieta de autoras, ya que antes de él, si acaso habían cuatro o cinco historietistas mujeres documentadas en la historia del cómic en el país», agrega Lam.

A la hora de descubrir un territorio, lo novedoso y sorprendente siempre encuentra lugar. Para el caso de Argentina, como cuenta Mariela Acevedo, «lo nuevo estuvo en la búsqueda de distintas generaciones y propuestas». Sin embargo, explica que el límite de diez autoras por país atentó contra la posibilidad de incluir toda la diversidad de autoras que existe en el panorama actual. La riqueza de la muestra radica en este punto, el de ser un bosquejo que invite a ver con nuestros propios ojos toda la extensión del paisaje. Para Domínguez Jería y Molina, de Chile, permitió conocer material menos conocido o que había tenido poca circulación en formatos digitales o físicos. Pero ambas dominaban el terreno, «porque en general conocíamos el trabajo de todas las participantes, desde hace años incluso». Aunque esperan que, de ampliarse el proyecto, «existan espacios para ese extrañamiento al encontrarnos con el trabajo de cómic de autoras y disidencias». Aún conociendo el cielo, la tierra y lo subterráneo del tebeo en España, para McCausland  «al trabajar con la historia y con la “herstory”, el descubrimiento es una de las grandes motivaciones: entender los contextos, ser generosas en la labor de comprensión de los mismos, es político». Para Ella, «es condición necesaria si se aspira a comprender nuestro presente en toda su complejidad».

En el caso de Costa Rica, todo sería desconocido. Entonces Iris Lam aceptó el desafío. «Teníamos que estar preparadas para encontrarnos con contenidos y formatos que del todo podrían ser sorpresivos». Con esa predisposición, la curadora pudo abrazar la variedad de temas, abordajes y estilos que aparecieron. Sin embargo, pudo arrojar una primera conclusión al observar que «la experiencia colectiva nacional de las autoras en el cómic es más corta que en los otros países participantes». 

Brújulas, astrolabios, cuadrantes y compases indicaron un punto en común. Con la llegada de «Presentes» a Argentina y Chile, Acevedo y McCausland empezaron a tender puentes. Nació «Nosotras Contamos», proyecto que pudo conocer en persona Paloma Dominguez Jería en Buenos Aires durante la muestra en la Redacción Abierta de LatFem. Luego, Mariela Acevedo viajó para el encuentro «Comiqueras» y Elisa McCausland asistió a «Dibujos que hablan», ambos en Santiago de Chile. Para las curadoras chilenas, «el trabajo de ambas investigadoras ha sido esencial para pensar en la ampliación hacia otras latitudes». A la vieja usanza independentista de principios del siglo XIX, las ideólogas de estas cruzadas se estrechaban en un abrazo de experiencias y conocimientos y craneaban los pasos siguientes. La pandemia impidió que «Nosotras contamos» pueda girar y ahí apareció Caro Chavez, directora del Centro Cultural España Córdoba de Argentina, con la invitación extensiva a todos los centros culturales de España en América a sumarse. Con las experiencias ya existentes de Argentina y España, con Chile activando su propio mapeo y Costa Rica respondiendo al llamado de Chavez, «Coordenadas Gráficas» dio el primer paso para la confección de un mapa: Atender a las simbologías y los etiquetados.

Con los conocimientos acumulados, las curadoras observaron el terreno desde otra distancia. Mariela Acevedo, para el caso argentino, encontró «zonas temáticas más exploradas que tienen que ver con las experiencias más que con rasgos inherentes a lo nacional o alguna otra idea esencialista». Y ello pudo entenderlo al prestar atención a ciertas variables, como la edad, para entender de dónde parte cada una de las experiencias que se plasman en lo gráfico. Al no encontrar patrones referidos a lo nacional, se propuso poner en diálogo experiencias comunes. Pero eso hubiera implicado un mayor esfuerzo y tiempos con los que el proyecto no contaba.

Asimismo, en Chile no se hallaron reiteraciones ancladas en una identidad nacional. «Sí hay cruces y diálogos que se relacionan con distintas problemáticas contingentes», explica Dominguez Jería. Y ejemplifica: «en cuanto a temas políticos, se multiplican tópicos como la visibilización del feminismo, los derechos reproductivos, la violencia contra las mujeres y disidencias, la visibilización de cuerpos no hegemónicos». Para la cartógrafa del noveno arte, esto responde en parte al desarrollo relativamente reciente del género en su país.

Para Elisa McCausland, esta heterogeneidad se funda en el foco del proyecto «la selección autoral se centra, sobre todo, en la diversidad y dominio de la expresión creativa; en la temática, que tiene en las relaciones entre espacio público y privado, así como en la crítica a la construcción de lo que entendemos como «mujer», uno de sus principales ejes; y en cómo dialogan a partir de ahí las obras de las diez autoras». En este sentido, el trabajo que realizan no busca «otorgar voz», sino abrir ventanas. Justamente, es en el programa «Ventanas» de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) donde «Coordenadas Gráficas» encontró la posibilidad de abrir espacios para visibilizar propuestas artísticas, cada una de ellas con su propia voz.

Para Acevedo, el proyecto devenido en exposición y catálogo «permitió reunir un coro de voces dispersas, amplificarlas y con ello darles otra visibilidad». Las coordenadas de las que habla el título refieren a «ciertas tonalidades, temas y espacios que están en el territorio y que nosotras enfocamos, ensayamos alguna interpretación, las ponemos en secuencia con otras colegas y así potenciamos cierta mirada (feminista)», agrega. Para Iris Lam, quizás la que mayores desafíos ha tenido en este recorrido, «nuestro trabajo en Coordenadas Gráficas construye un marco que le da otra inteligibilidad y que, al leerse en secuencia con colegas de la región, produce otros ecos, reverberaciones, murmullos». Pero destaca la preexistencia de esas voces y, por eso, no cree que se trate de «darles voz».

Y este gran mapa físico, político y gráfico es sólo una muestra del universo infinito. Pese al enorme trabajo que significó ordenar lo recolectado, labor en manos de la autora y editora argentina Daniela Ruggeri, se trata sólo de un recorte. En las superficies que la escala cartográfica no permite ver, en los recovecos que aún no han sido cubiertos, en los cambios de los cauces estilísticos, en las nuevas desembocaduras que permite la experimentación gráfica y en los límites cada vez más difusos habita la invitación a seguir recorriendo. «Coordenadas Gráficas» es un primer gran paso en el camino de animarse a las bifurcaciones sin miedo a perderse, sabiendo que siempre hay mapas viejos y mentirosos que intentan negar lo que siempre estuvo allí.

*Aquí pueden ver la muestra «Coordenadas gráficas: 40 historietas de autoras de España, Argentina, Chile y Costa Rica», dividida por países.

*Acá se descarga el libro completo.

Demian Urdin
Demian Urdin
Estudiante de Antropología Social por la Universidad de Buenos Aires, especializado en el estudio de la Historieta Argentina como construcción patrimonial. Ganador de la Beca de Investigación Boris Spivacow II de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno de la República Argentina en el año 2018, donde analizó los procesos históricos de desarrollo del fanzine de historietas y su incorporación al Archivo de la Historieta y el Humor Gráfico Argentinos de esta misma institución. Ha realizado diferentes investigaciones en clave museológica acerca del trabajo del Museo del Humor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aire. Es, además, columnista para diferentes medios gráficos y radiofónicos argentinos donde indaga en el mundo de la historieta, los cómics, las series, el cine y los videojuegos. Fue co-creador y co-conductor del ciclo de entrevistas “Guion y Dibujo: Diálogos de Historieta”. Actualmente, dirige el proyecto de difusión de la historieta latinoamericana "Grafo: Culturas Dibujadas".

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