Paloma Dominguez Jeria, Hugo Hinojosa y Jorge Sánchez son personalidades destacadas en la investigación académica sobre historietas de la región. Partiendo desde este campo formado por infinitas aristas, lanzaron Non Sequitur. Variaciones de las historietas en Chile, una de las pocas publicaciones que se animan a tensionar y analizar la historia pasada y presente de la producción de historietas en el país hermano.
La obra está conformada por diversos textos críticos que abordan y cruzan problemas claves de la producción de historietas chilena, como las disidencias sexuales, memoria, vinculación con la tradición y la ruptura de formas establecidas.
«Non sequitur. Variaciones de las historietas en Chile» incluye entrevistas inéditas a les artistas Maliki, Ricardo Fuentealba y Félix Vega. Sumado a esto, incorpora una sección denominada «Dibujos Raros», en la que diversos y diversas artistas del mundo de la historieta dibujan y/o escriben sobre lo que sienten/creen qué es dibujar cómics. El libro, tanto por sus temáticas como por las secciones que incorpora se presenta como uno de los pocos escritos que genera tensiones y articulaciones entre los y las diversas exponentes y obras que habitan en el territorio chileno.
Charlamos con les compiladores del libro, sobre su identidad, los pormenores del proyecto y el estado de la ciencia especializada en narrativas gráficas en América Latina. Paloma desde la Filosofía y la Estética, Hugo desde las Letras y Jorge desde la Pedagogía repiensan la industria y acá nos cuentan algunas cosas más sobre este trabajo tan esperado.
En parte, Non Sequitur se propone hacer un mapeo de la historieta en Chile. Pero, como sabemos, todo mapa es una representación sobre un terreno ¿Qué temas les interesa mostrar en esta nueva cartografía?
Más que un mapa, como bien dice la pregunta, es una cartografía. No hay puntos fijos, sino que móviles. No hay un terreno, hay capas tectónicas fluctuantes, en tensión, siempre a punto de un temblor que mueva todo y produzca una nueva territorialidad. En este sentido, principalmente nos interesa mostrar las vibraciones entre artículos, lo movedizo de un recorrido que solo se logra visualizar en la lectura de los textos incorporados.
En dicha movilidad por cierto que hay énfasis. Pero más que temáticos, subrayamos formas de construir significados, de politizar la mirada. Al respecto las disidencias sexuales y el trabajo crítico que plasma el libro nos parece clave, especialmente, el presentar capítulos que ensanchan el hegemónico y masculinizante canon chileno. No solo con la enumeración de cómics, sino que con las diversas formas de entrada que ponen en crisis la apacible mirada que subsistiría en parte del medio. Se entremezcla con esto los entretejidos textuales que abordan la memoria, tanto en su construcción visual como en el abordaje de dibujantes y dibujantas velados o soslayados por la academia y los medios de difusión cultural.
Ciertos límites, toponimias, escalas y relieves fueron demarcados por investigadores previes a ustedes ¿Cómo se vincula este nuevo libro con esos antecedentes?
La relación con las, los y les investigadores anteriores y actuales (que no están en el libro) podría describirse con el concepto que da Groensteen: una «solidaridad icónica». En tanto siempre existirán relaciones (de vínculo, de pensamiento, de complementariedad, etc.), pero no necesariamente obvias ni explícitamente dichas.
Trizar el límite de cierta crítica obsesionada (inconsciente o conscientemente) con autores hombres o con estrictas genealogías visuales del tipo «esta es la Historia de la historieta chilena», no solo expande la mirada. También visibiliza la idea que nosotres también pondremos límites, o un patrón, no obstante que se considera como un instante que pasará. A la vez, hay lazos políticos estéticos y académicos con Mariela Acevedo, Jorge Montealegre, Laura Vasquez, Carlos Reyes, quienes son referentes que nos han permitido pensarnos y motivarnos para el atrevimiento que es en Chile y Latinoamérica el reflexionar sobre cómics.
Su trabajo proviene de la academia y eligieron combinar este trabajo de investigación con expresiones propias de su objeto de estudio ¿De qué manera se pensó esa mixtura? ¿Cómo se consigue conciliar ambos géneros sin perder la riqueza que cada uno ofrece?
La idea de sujeto y objeto en feudos tan separados nos incomoda. Les tres de una u otra forma, con más o menos ganas, hemos estado vinculados al tema de la producción y/o estamos afectados con/en los cómics. En esta posición nos atrevemos a preguntar a dibujantes y dibujantas sobre qué es hacer cómics. Se generaron especies de poéticas (a veces solo escritas, otras mezcladas con dibujo y algunas dibujadas) que ponen en escena la cuestión del sentido del dibujo. Aquello se articula con las preguntas que también emergen en los artículos y entrevistas incorporadas. La misma interrogante, pero con una forma sensible distinta de dar respuesta.
No tenemos claro si se perdió algo, puede ser. Pero lo que bulle al leer los escritos, entrevistas y cómics es una especie de hilo rojo, de un tejido, de una articulación nueva, que permite elaborar nuevos recorridos o ver el mismo camino de una manera distinta. Uno de los elementos del cómic, que lo diferencia de otros medios, es la convivencia en presencia de diversos momentos, o el mismo momento verlo de forma extendida, superponiendo tiempos. Es con dicha sensibilidad con la que intentamos conectar.
La lectura de historietistas suele correr en paralelo a los circuitos mainstream de consumos culturales. Más aún, el trabajo de investigación sobre narrativas gráficas debe disputar terreno en las diferentes casas de estudio ¿Cómo ven el escenario actual de investigación en narrativas gráficas y qué lugar esperan que ocupe Non Sequitur en él?
Actualmente nos parece que en Chile los estudios sobre narrativas gráficas están generando sus primeros pasos firmes dentro de la academia formal. La divulgación y generación de una crítica especializada en general ha habitado fuera de las instituciones formales. Actualmente, existe la agrupación RING que ha agrupado a integrantes de la academia, en general, produciendo un diálogo fructífero. Lo más interesante, a nuestro parecer, es la enorme diversidad de enfoques y puntos de enmarque del cómic. Ya sea desde la literatura, linguística o la estética se están empezando a generar propuestas muy potentes sobre el devenir de este arte.
En pocos días, Non sequitur. Variaciones de las historietas en Chile estará disponible para su compra vía web con envíos a todo el mundo a través de la plataforma Buscalibre.com.