Luciano Vecchio es dibujante estable de Marvel Comics, trabaja para las series Iron Heart y Marvel ‘s Voices. Si en la primera indaga, junto con la escritora Eve L. Ewing, en cuestiones raciales al presentarnos a una heroína afrodescendiente, en Voices posiciona el orgullo en manos de lo colectivo al gritar «Assemble!» con un panteón de poderosos personajes que representan la diversidad. En sus experimentaciones dentro del género superheroico en Argentina, nos ofreció en Sereno un momento que muchos esperábamos desde nuestras primeras lecturas: ver a nuestro héroe besar a su enemigo/aliado. Ese beso, que significó un importante quiebre para las viñetas superpoderosas mainstream argentinas, es parte de una serie de transformaciones que lo heroico ha sufrido en los últimos años a lo largo de todo el mundo.
Charlamos con Luciano sobre las influencias fundacionales, las representaciones icónicas que traen los héroes, la trascendencia de estos sentidos en la niñez y lo importante de abandonar las metáforas para hablar de diversidad.
Solés recuperar como una de tus influencias a José Luis García López, que en Argentina es conocido por los álbumes de figuritas y las cartas Cromy de los Súper Amigos, como el artista detrás de la DC Comics Style Guide de 1982 ¿Qué elementos recuperás de esa época en tu obra actual?
Creo que hay algo de lo que te genera un impacto fuerte en la infancia que sigue reverberando por siempre. Fue hace poco que identifiqué que la obra de García Lopez fue lo que seteó mi aspiracional de estilo, un canon de calidad de dibujo y también una serie de sensaciones que transmitía desde esa guía de estilo, un heroísmo poderoso pero sencillo, optimista, inspirador, de personajes sonrientes. Esa maraña de subjetividades me identifica, me hace trabajar conectando con el niño que fui. Y es algo que me gusta recuperar y ofrecer, estando tan agotado de lo oscuro, lo grim and gritty, que son cosas que también pueden gustarme pero me agotaron por sobreexposición. En el medio, mis influencias estilísticas pasan por todos lados, fusiones de animes y estilos americanos y locales, pero en la raíz estuvo esa primera impresión.

En nuestras primeras épocas como lectores era difícil encontrar puntos de identificación en los héroes o heroínas clásicas. Recuerdo que desde muy chico yo quería ser Nightwing o Bucky, pero no encontraba una cercanía con mi personalidad introvertida más allá de eso ¿Cómo crees que repercutió esa iconografía en la niñes durante todos estos años?
Ojalá que positivamente. A mí los pocos personajes que me identificaban especialmente como Jericho o Andrómeda me resultaron fundacionales y me siguen pasando. No dejo de querer ser Aang aunque lo conocí a los veintipico. Cuando vino Rebecca Sugar a la Argentina Comic Con, me impactó ver el salón principal lleno de cientos de niñez y adultes haciendo preguntas y charlando sobre cosas de la serie, que son básicamente gestión emocional y responsabilidad afectiva, con la pasión y compromiso que otros fandoms analizan no se, quién le gana a quién. Me pareció una revolución cultural en proceso, cuyos resultados todavía no vemos. O sí. El impacto de estos movimientos solo puede ser positivo en esa audiencia que accedió a algo que antes no existía.
En Sereno y Ironheart pudiste apropiarte del género e indagar en cosas que antes sólo aparecían de manera metafórica. En Claremont o Kupperberg hay personajes que aparentan ser disidentes, que son marginados por su identidad, pero siempre a través de lo metafórico ¿Qué significa dejar de utilizar esos escondites narrativos y darles una identidad real a tus personajes?
Y, a esta altura de la historia, a mí me parece necesaria la literalidad en ciertos temas de representaciones postergadas. Los mutantes como minoría comodín a mi ya no me satisfacen si se va a seguir evitando mostrar ciertas demografías. Es un poco el equivalente a ser visible fuera del armario. No es lo mismo identificarse secretamente con la metáfora que un mutante puede contener, que tener un personaje visible para toda la audiencia, porque es importante que quienes no pertenecen a tal o cual minoría también la vean y se resensibilicen al respecto.
Es llevar esa representación a todos los ojos, no solo a los que quieran o necesiten descifrar la metáfora. Y son diálogos que pueden resultar incómodos o accidentados, ser resistidos, pero es necesario seguir tejiéndolos para poder avanzar en la construcción de una cultura que nos permita existir a todes.

Esas mismas ausencias que tuvo el género superheroico hoy se transformaron y tenemos héroxs trans como les TeenTrans de Leho de Sosa, villanos gay como tu Sereno y discusiones sobre las relaciones sexo afectivas como en Lxs Potencialxs de Patricio Oliver ¿Qué fuerza crees que pueden tener estes nueves heroxs para les nueves lectorxs?
Ofrecer puntos de identificación para poder imaginarse, para poder vernos afuera y hacernos más sencilla la tarea de ser quienes somos. Abrir abanicos de posibilidades y socavar los mandatos heredados de ajustarse a la cisheteronorma obligatoria o preparar a les adultes a tener espacios más receptivos para sus niñes queer en caso de tenerles. Me pasó ya varias veces, y lo sigo recibiendo con sorpresa y profundamente conmovido, que lectores adultos varones cishétero me comenten que tienen niñes Lgbt+ en sus familias, con quienes comparten mi laburo como parte de ese puente de entendimiento que habilita la fantasía. Creo que son los comentarios más gratificantes que he recibido sobre mi trabajo.

Somos parte de una generación que vino a ocupar espacios y postas que antes estaban cerradas para ciertos discursos y defender estos logros ¿Cómo crees que va a ser el ámbito de los cómics mainstream de ahora en más?
Ojalá en cuanto a voces emisoras siga diversificándose y ampliándose cada vez más. Igual no son épocas en que pueda predecir nada, toda la industria (y el mundo) es en este momento un hormiguero pateado y yo mismo me encuentro muy en crisis, recalculando mi trabajo y carrera. No me puedo imaginar ni la semana que viene. Pero ojalá pasen cosas buenas y sigamos narrando.