«Guaraní», ficción histórica e historieta épica

La batalla de Acosta Ñu fue uno de los últimos episodios de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), conflicto que enfrentó al Paraguay con Uruguay, Argentina y el Imperio del Brasil. Los hechos ocurrieron en 16 de agosto de 1869. Allá, un batallón de soldados paraguayos, compuesto en su mayoría por niños de origen guaraní, mal abastecidos, sin instrucción militar, reclutados a la fuerza, combatieron contra más de veinte mil soldados bien pertrechados. Las tropas de la alianza masacraron a las fuerzas paraguayas. No hubo piedad con los heridos ni con las familias que trataron de rescatar a los jóvenes indígenas. 

Detalle de una masacre en «Guaraní».

La historia de este batallón de niños es recreada por la novela gráfica Guaraní, de los historietistas argentinos Diego Agrimbau y Gabriel Ippóliti. El libro fue editado en Francia (Steinkis, 2018), Brasil (Comix Zone, 2021) y Argentina (Hotel de las Ideas, 2021). Los autores, además de su trabajo con la historieta de ciencia ficción, véase, La burbuja de Bertold (2004), El gran lienzo (2006), Planeta extra (2009), ya habían abordado el género de la ficción histórica con Eden Hotel (2012), en la que tratan el tema nazi en la Argentina de la Segunda Guerra Mundial.

Una página de «Guaraní».

Guaraní está ambientada en el Río de la Plata, en las postrimerías de la Guerra, en el invierno de 1869. La historieta relata las aventuras del fotógrafo francés Pierre Duprat, quien viaja al Paraguay para retratar a las jóvenes indígenas guaraníes, con la idea de comerciar con sus fotografías en Europa. El periplo de Duprat por las selvas paraguayas –que recuerda por momentos la travesía del Corazón de las tinieblas de Conrad– atraviesa esta guerra para desembocar en los sucesos de Acosta Ñu, que es el clímax del relato. El fotógrafo francés, personaje con ciertos matices cómicos, actúa como testigo de los hechos y de todo un memorable repertorio de figuras e historias episódicas que gravitan alrededor de esta guerra.

El trabajo documental de los autores es impresionante y efectivo; no solo el de la revisión histórica de los hechos, sino el de la documentación gráfica de la época y la recreación de los escenarios urbanos y naturales latinoamericanos del siglo XIX. Lo mismo puede decirse de su rigurosidad histórica en cuanto a los vestuarios, los usos sociales, la variedad de fenotipos, la indumentaria de los ejércitos. El arte de Ippóliti, que es un arte clásico, realista, de línea fina, crea una fuerte base escenografía y pictórica que potencia en gran medida el sentido histórico de esta historieta.

Detalle de «Guaraní».

Quizás unas de las particularidades más significativas de la narrativa gráfica de Guaraní sea el hecho de que su soporte conceptual y poético no está sólo en el eje narrativo que sostiene la ficción, es decir, la travesía del fotógrafo francés Pierre Duprat por las selvas y ríos paraguayos, sino en la periferia del relato, en las fuerzas incontenibles y contradictorias que se mueven como telón de fondo de la historia. Porque si bien el guion de Agrimbau se basa en una sólida estructura dramática, esta se relativiza en la representación de un escenario épico que actúa casi a la manera del Theatrum mundi. En Guaraní no hay personajes buenos o malos, sino figuras atravesadas por la historia y las estructuras omnipresentes de los poderes políticos y coloniales. 

Detalle de «Guaraní».

La idea de historieta épica no debe confundirse con la mera exposición de los hechos históricos, ni con el uso del conflicto dramático como excusa para esta representación. Por el contrario, lo que Guaraní muestra es la creación de una escenografía histórica viva y heterogénea que interactúa con la línea argumental del relato, así como con el desarrollo dramático del personaje. En cuanto a lo épico, es significativo, pues, que el personaje sea un fotógrafo extranjero, lo que potencia el distanciamiento ante los hechos, y evoca de cierta manera la idea del extrañamiento del teatro brechtiano.

La obra de estos dos maestros de la historieta argentina contemporánea demuestra las posibilidades de abordar lo histórico desde la ficción, desde un relato gráfico intenso y entretenido, cuya exposición histórica va más allá de la sola información, del dato, para integrase a las lógicas narrativas de la historieta. En Agrimbau e Ippóliti no está el afán académico por retratar los hechos tal como fueron; al contrario, lo que hay aquí es una indagación estética de lo histórico, una exploración de sus posibilidades.

 

Título: Guaraní

Autores: Diego Agrimbau/Gabriel Ippóliti

Editorial: Hotel de la Ideas

Año de publicación: 2021

Páginas: 120

Carlos Bastidas Zambrano
Carlos Bastidas Zambrano
Literato de la Universidad Nacional y magíster en Literatura de la Universidad Javeriana. Editor e investigador. Coleccionista de historietas. Coordinador del Club de Lectura de Cómic y Novela Gráfica, Centro Cultural de la Biblioteca del Banco de la República de Pasto.

Dejar un comentario

Por favor escribe tu comentario
Por favor ingrese su nombre aquí

Leer artículos similares...