Desde hace unos años la editorial Planeta en Colombia amplió su catálogo y apuesta editorial por la historieta nacional. Su trabajo, que había iniciado años atrás, con algunos proyectos aislados, ahora tiene una dirección consolidada y planificada en la que se destacan ediciones e inclinaciones por géneros como la historieta infantil y temáticas que pasan por lo alternativo, proyectos seriados y adaptaciones de libros de literatura. Su aporte, que es significativo para la edición nacional, se suma a lo que viene haciendo otros grandes grupos como Panamericana cómics o Random cómics.
Hablamos con uno de sus editores, Cristiam Muñoz y nos contó algunos detalles sobre las apuestas de Planeta en la historieta colombiana.
Planeta en Colombia, y a nivel regional, en los últimos años le ha venido apostando a la edición de historietas en Colombia ¿Cuál fue la motivación para ampliar el catálogo en esta dirección?
Esta ampliación era necesaria para responder a los intereses de Planeta como corporación y del mercado. Nosotros sabíamos que a nivel nacional había cada vez una producción más nutrida de historieta, gracias a trabajos de editoriales independientes como Cohete Cómics, Rey Naranjo y a la misma autopublicación. Antes de mi llegada a Planeta se habían publicado historietas, algunas de ellas de voces nacionales. Pero creo que corporativamente nos dimos cuenta que no podían ser solo elementos o esfuerzos aislados, sino que se necesitaba una continuidad para darle una visibilidad y una mejor estructura al proyecto. Esto respondió a una necesidad del mercado y a un interés corporativo de establecer un esfuerzo constante, y no solo de pequeños proyectos aislados que salían de vez en cuando, es por eso que desde hace un tiempo empezamos a buscar de forma activa nuevas voces y nuevos talentos.
En Planeta cómic Colombia hay varias líneas de trabajo, por un lado está la línea que trabaja sobre la producción creativa de Mario Mendoza, adaptaciones de literatura a cómic, una parte de historietas infantiles y apuestas por dibujantes alternativos como Luis Echavarría, o Carolina Pineda Cadavid ¿Cómo podríamos definir los intereses narrativos y estéticos de Planeta cómic en Colombia?
Mario Mendoza empezó a hacer historietas un poco antes de que yo llegara, el editor de Mario es Andrés Grillo. Historieta en general cabe dentro de la Gerencia Literatura Infantil y Juvenil, la gerente es Carolina Venegas, ella por su relación y su conocimiento también fue la que se encargó de hacer el libro de Raeioul, el de Mili y quesito. De mi parte es donde han surgido otros proyectos. Lo que yo estoy haciendo es buscar voces nacionales, por ahora ese es mi principal interés. En cuanto a propuestas estéticas narrativas o temáticas, creo que lo que a mí me gusta son historias potentes, lo primero que busco son historias que a mí me gusten, y que creo tengan un valor dentro del catálogo, y un valor comercial. Y no solo me suscribo a un solo tipo de estilo o temática. Hay técnicas y estilos hiperrealistas, abstractos, infantiles, esquemáticos, creo que eso no riñe con lo que yo quiero hacer, no es el estilo el que me limita, creo que mientras más variedad exista podemos captar a una mayor cantidad de público.
¿Por qué no les ha interesado la historieta de no ficción o la historieta documental?
Bueno, sabemos que ya hay editoriales que lo están haciendo con muy buenos contenidos, ellos ya se encargan de esa parte del mercado, y nosotros buscamos algo que nos diferencie, que sea distinto y enganche a otros públicos.
En Colombia existen varias editoriales especializadas en edición de historietas, con una trayectoria y experiencia importante ¿Cómo ha sido el diálogo de Planeta cómic con las otras editoriales nacionales y con el ecosistema de publicaciones de cómic en general? Entendiendo que es un mercado joven, pequeño y con muchas necesidades.
No sé cómo nos ven ellos a nosotros o cómo me ven mi trabajo. Yo tengo claro que desde el mismo cambio de la Ley del Libro se debe a personas que están involucradas en procesos editoriales de historietas, y a esas personas y esas editoriales, yo no solamente le debo lecturas sino aprendizajes, entonces, todo lo que ellos han hecho y hagan será valioso para el medio y es muy valioso para mí. Yo no llevo tanto como ellos y dentro de ese tiempo ha estado la Pandemia. La mala suerte de la Pandemia no nos ha permitido un diálogo. A mí me gustaría que por ejemplo habláramos más, y creo que podríamos hacerlo, estoy hablando de la posibilidad, creo que si hablamos entre las editoriales que hacemos historietas podríamos pensar en estrategias de visibilidad: hacer conversatorios, planear libros con los mismos enfoques para ciertas fechas ¿Qué tal si todos nos ponemos de acuerdo para hacer conversatorios y lanzamientos en conjunto? Creo que si todos apuntáramos hacia lo mismo nos podría ir mucho mejor.
¿Sería viable una asociación de editores colombianos de historieta?
Yo creo que todos pensamos lo mismo, y siempre digo esto en cualquier charla a la que me inviten: el mercado editorial es lo suficientemente grande para que todos crezcamos, si entre todos nos acompañamos puede ayudarnos bastante. Sé que Carolina Venegas, ha acompañado lanzamientos de Cohete cómics, eso se podría hacer más. La Valija de Fuego hace poco sacó una estrategia «No compitas has compitas», esto puede funcionar muy bien para las historietas en Colombia.
Creo que es una pendiente de cara al futuro…
Sí, lo importante es empezar el diálogo y dar, por lo menos, el primer paso.
Uno de los puntos importantes para un dibujante joven y poco conocido es la visibilidad, la promoción y divulgación de su trabajo ¿Cómo es el trabajo que desarrolla Planeta cómic en acompañamiento a los dibujantes en la promoción de sus historietas?
Una de las cosas que más me motiva es que los lectores y las lectoras tengan acceso a libros de dibujantes nacionales. Cuando voy a ferias como Ficco o Entreviñetas y veo trabajos de dibujantes como Carolina Pineda, quiero su trabajo se conozca más. En cuanto a la promoción que estamos haciendo no dista mucho de lo que hacemos con los otros libros: se le mandan a influencers, nosotros tenemos una lista de personas que mueven cierto tipo de contenidos, estamos tratando de buscar personajes que puedan mover los cómics de manera más fuerte, enviamos los libros a prensa y a medios. Ahí el problema es que los medios nos den los espacios. Recientemente el equipo de marketing creo la página Ser friki es mis plan que se especializa en Ciencia ficción y cómics. La idea que estamos buscando es crear espacios con los medios, salir del nicho y que los lectores puedan verlo más allá del nicho.
Volviendo a la estructura de Planeta como grupo editorial ¿De qué forma establecen diálogos entre los dibujantes de historietas colombianos y las escritoras de literatura de su catálogo? ¿Qué tipo de conversaciones se han dado en ambas direcciones?
Los autores saben que se está publicando en general, aunque hay unos que tienen más interés que otros. Mario Mendoza es un autor que le interesa mucho saber qué se está publicando en cómic, qué temáticas se están tratando, o cómo puede ayudarnos a promocionar. Hay algunos que manifiestan interés como Rodrigo Bastidas que es un autor al que le encanta el cómic y siempre está muy pendiente de lo que se publica, y gracias a ese interés, le presenté Liborina de Luis Echavarría y se enamoró de ese libro, y él ha sido un gran aliado en la promoción, tanto, que ya ha utilizado Liborina para dar clases y escribir artículos.
Respecto a la promoción y la divulgación ¿Cómo ha sido la articulación de Planeta cómic Colombia con los diferentes puntos de venta? ¿Se han desarrollado estrategias para darle más visibilidad a sus materiales en librerías y otros puntos de venta?
Lo que nosotros hemos tratado de hacer son capacitaciones constantes con nuestro equipo comercial, que es el equipo que atiende a los libreros, y con los libreros hacemos charlas personalizadas. Y si logramos que los libreros se enamoren y entiendan qué es un cómic es posible que otros lectores se enamoren de los cómics. Las grandes librerías como la Nacional y la Lerner tienen secciones dedicadas a la historieta, pero mientras afianzamos en el público en general, creo que la mejor la estrategia es hacer activaciones, eventos y presencia en librerías pequeñas o de nicho donde la atención es más personalizada. Por ejemplo, con un libro como Liborina es más fácil que los lectores lo busquen en librerías de nicho como Mirabilia y alternativas como La Valija. Ese tipo de activaciones puede tener un impacto mucho mayor.
En Colombia existe un amplio espectro de auto publicación y autogestión en la historieta ¿Hay un diálogo de Planeta cómic Colombia con ese campo de trabajo? ¿Qué interés han desarrollado con la autopublicación?
Desde que a mí me dieron esta línea lo primero que yo hice fue ir a los Entreviñetas (cuando había), y al Ficco, ese festival independiente de cómic colombiano, ahí es donde uno ve la gente que está haciendo cosas; unas cosas del putas, otras muy buenas y otras que uno dice: no es lo mío. Yo trato de estar pendiente, de ir a estos eventos, de preguntar en librerías independientes que venden este tipo de autopublicaciones, qué están viendo ellos. En nuestro país hay mucho, mucho talento, y creo que esos son los espacios en los que toca estar pendiente porque son pequeñas vitrinas que nos sirven para encontrar: guionistas, ilustradores, o personas que hagan ambas cosas. Y una cosa que a mí me pareció muy interesante es darme cuenta que Instagram se volvió también una vitrina y gracias a Instagram uno puede encontrar también gente muy talentosa que a veces no es muy visible.
Respecto a formación de públicos y lectores, este es uno de los puntos fundamentales para articular un ecosistema con mayor lectura de cómic en Colombia. Dicho esto ¿Cuáles han sido los planes que ha ido desarrollando Planeta cómic en esta dirección?
Yo sé que la gente en general en Colombia lee. Desde luego que es una exageración, lee sobre todo literatura y mucho de ese público lector desconoce la historieta, y habitualmente es la gente que dice que no le gustan las historietas, porque tal vez no ha llegado al libro adecuado. Yo sí creo que hay un trabajo necesario, un trabajo de pedagogía con libreros, con comerciales, y con público, para que todo el mundo entienda este lenguaje, sus temáticas, los elementos y los conceptos con los que se pueden contar este tipo de historias. Enfocar la ubicación de los productos de venta en diferentes librerías es importante. Por ejemplo es mucho más fácil que un libro con temática LGBTIQ+ se venda en una librería transgresora como La Valija de Fuego en la que las personas saben que pueden encontrar contenido que les guste a encontrarlo en un oferta de una librería más grande. A mí me gustaría que el cómic se incluyera en el Plan Lector de los colegios, se está haciendo, nosotros estamos haciendo estrategias para generar ese tipo de contenidos, pero indiscutiblemente el cómic es un poco más costoso de hacer por el tema la impresión, a menos que sea blanco y negro, y como los padres de familia tienen que comprar muchos libros, es mucho más fácil que un colegio escoja unos libros más económicos. Pero creo que si se empieza a hacer un trabajo de pedagogía, desde los planes lectores, desde los colegios, de los profesores con los libreros, vamos a generar una base lectora para el futuro.
Desde su experiencia y formación como editor ¿Qué puntos deberían fortalecerse en los próximos años para el crecimiento del sector editorial de historietas en Colombia? ¿Qué cosas sería necesarias para el crecimiento del sector?
El sector cultural debe abrir más espacios para estas narrativas, por ahora los grandes eventos y ferias no dan tantos espacios para la historieta. Sé que la Fiesta de Medellín los tiene, pero aún falta, se queda corto. Se necesitan afianzar ese tipo de espacios que nos den mayor divulgación, los grandes medios deberían abrirnos espacios. Cada lector de cómic que se enamore de un cómic es un promotor de un cómic, si entre nosotros nos ayudamos hacemos puentes para los lectores conozcan libros de todas las editoriales. Los editores de cómics en Colombia tenemos que hablar más, hacer eventos conjuntos, ayudarnos con nuestros libros. Hacer una escuela de editores para trabajar en conjunto. Hacer por ejemplo, un club de lectura con nuestras novedades para tener actividades de manera constante. Si todos queremos que se lea más historieta en Colombia hay que trabajar en conjunto.
*Esta entrevista hace parte del «Informe crítico sobre las publicaciones impresas y digitales de historietas en Colombia, en la década del 2010 al 2020». Proyecto ganador del Programa Nacional de Estímulos 2021 del Ministerio de Cultura de Colombia, en la línea «Fortalecimiento a la creación y circulación de contenidos de crítica cultural y creativa»