El sello Salamandra Graphic nació con la vocación de publicar títulos interesantes y representativos dentro del mundo del cómic, en sus cincos años de existencia Salamandra Graphic ha editado 45 títulos entre los que se incluyen obras de autores como Richard McGuire, Muñoz y Sampayo, Emmanuel Guibert, David Mazzucchelli, Seth, Gipi, Manuele Fior, Alfred, Tom Gauld, Riad Sattouf, entre otros. Uno de los primeros libros que publicó Salamandra Graphic fue Come prima, de Alfred, obra ganadora del Fauve d’Or (Premio a la Mejor Obra) 2014 en Angulema, Francia, seguido del primer número de El árabe del futuro, de Riad Sattouf que también ganó después el premio en Angulema 2015.
El sello que hace parte de Publicaciones Salamandra es coordinado por la editora colombiana Catalina Mejía (Medellín, Colombia, 1979) que fue de 2009 hasta el 2013 la editora de Ediciones Sinsentido. Desde 2014, Mejía trabaja en Salamandra Graphic, en RevistaBlast hablamos con ella a propósito de los cinco años del sello y esto nos contó:
Ya son cinco años de publicar narraciones dibujadas. ¿Cómo ha sido el trabajo en estos años?
¡Parece increíble que hayan pasado cinco años! Recuerdo cuando aún estábamos terminando de perfilar detalles de lo que sería Salamandra Graphic, en otoño de 2013. El balance es muy positivo, no sólo por los grandísimos autores que hemos incorporado a nuestro catálogo, la mayoría de inmensa talla internacional, si no por la constatación de que hemos ido ganando lectores de novela gráfica. Durante este tiempo, he comprobado que cada vez más se van captando lectores con perfiles muy distintos a los tradicionales. Es muy gratificante saber que somos un sello de referencia por calidad, contenido y formato para todo tipo de lectores, no sólo los especializados. Hemos experimentado muchas alegrías como los tres premios consecutivos en Angulema (Come Prima de Alfred, 2014, El árabe del futuro de Riad Sattouf, 2015 y Aquí de Richard McGuire, 2016) o el merecidísimo Premio Nacional del Cómic a Ana Penyas, además del Premio Autora Revelación en el Salón del cómic de Barcelona. A pesar de ser tan jóvenes, nos hemos posicionado en el mercado como un sello de referencia, y esto es algo a lo que aspira cualquier editorial.

Con el objetivo de promover e incentivar la producción de cómic crearon con FNAC el Premio Internacional de Novela Gráfica. Premio que permitió conocer, entre otros, el trabajo de Ana Penyas por: Estamos todas bien, que a la postre sería galardonada como autora revelación en el Salón del Cómic de Barcelona ¿Cuáles han sido los frutos de este trabajo adicional?
El Premio Fnac-Salamandra Graphic es uno de los proyectos más bonitos de Salamandra Graphic. Permite descubrir autores nóveles con un inmenso talento y darles la oportunidad de publicar en un sello de referencia. Pero a su vez, ha permitido redescubrir autores y consolidar a otros. Es un premio polivalente en el cual caben todos, con la única premisa de que la obra deber tener calidad, tanto en la parte gráfica como en la narrativa. Es un premio internacional, recibimos muchos proyectos de Latinoamérica y del resto del mundo, y mi sueño es que algún autor de América Latina lo gane algún día. Este año publicaremos a Martín López Lam, pero no lo incluyo en esta categoría porque lleva muchos años afincado en Valencia.
El caso de Ana Penyas nos ha dado argumentos para seguir defendiendo la naturaleza de este premio. Una autora muy joven, sin obra publicada, gana el premio Fnac-Salamandra Graphic y a partir de ese momento comienza su proyección descomunal. Todos los premios posibles de ese año los ganó, convirtiéndose en la primera mujer con su primera obra, en ganar el Premio Nacional de Cómic, el galardón más importante en España que antes había premiado a autores del nivel de Max, Felipe Hernández Cava, Bartolomé Seguí, entre otros.
Por otro lado, me permite trabajar mano a mano con el autor y editar a la «vieja usanza», ya que al ser un proyecto, los meses siguiente serán de trabajo con el autor.
En este tiempo además, se ha vivido un «boom» en la edición de cómic en español. Sellos como Turner, Nórdica e Impedimenta han empezado a publicar narrativa gráfica y otros han aparecido como Flow Press, Ediciones Barret, Apa Apa ¿Qué tanto ha cambiado el ecosistema editorial?
El hecho de que aparezcan editoriales nuevas y que editoriales literarias comiencen a apostar por sellos de novela gráfica es un síntoma de que hay un futuro alentador en la novela gráfica. El mercado ha ido creciendo, se publican cada vez mas libros y se van captando nuevos lectores. A pesar de estas buenas noticias, creo que debemos analizar los datos con prudencia. Las ventas siguen siendo pequeñas, a pesar de que han crecido. Debemos evitar cometer errores del pasado, del sector editorial en general, y no dejarnos llevar por la euforia del crecimiento desmesurado.
Lo interesante es que el perfil del lector ha ido evolucionando. Se ha desmasculinizado el medio y cada vez más tenemos lectoras, cuando tradicionalmente el mundo del cómic estaba dirigido al público masculino. También ha habido un leve transvase de lectores de narrativa que encuentran en la novela gráfica la misma experiencia lectora por lo que leen indistintamente obras literarias y novelas gráficas. La Feria del Libro de Madrid es un buen termómetro para medir este tipo de fenómenos y perfilar la tipología de nuestros lectores y lectoras.
Y, por último, creo que juega bastante a nuestro favor, que cada vez el mundo del entretenimiento es más visual. Los niños crecen con millones de imágenes en las tabletas, celulares y televisión. Eso nos ayudará en un futuro a que esos potenciales lectores ya estén familiarizados con la imagen.
Salamandra Graphic nació con la vocación de publicar cómics de autor con relevancia internacional. Ese trabajo ha hecho que su catálogo esté integrado por autores como Seth, Manuele Fior, Igort, Emmanuel Guibert, Tom Gauld, Gipi, David Mazuchelli y muchos otros. ¿Cuál ha sido la experiencia en la construcción de un catálogo con autores de este nivel?
Increíble. Siempre digo que mi mayor activo son mis autores. No existiría Salamandra Graphic, ni yo sería editora de un sello en el que creo profundamente, sin los autores que componen nuestro catálogo. He tenido la suerte de trabajar con autores de primer nivel y la experiencia es inmejorable. Tienen las cosas claras a la hora de tomar sus decisiones y son comprensivos con las necesidades del mercado al que van a publicar, en este caso el mercado español y latinoamericano.
Usted trabajó en edición literaria, ¿Cuáles son las diferencias entre editar textos literarios y cómic?
Muchas, más de las que a simple vista puede parecer. El proceso de contratación, edición y publicación es a priori, el mismo, pero hay variantes significativas. La forma de leer, por ejemplo. Hay que saber leer la parte narrativa, pero también las imágenes. De esa lectura conjunta me puedo hacer una idea de la calidad del libro y de la idoneidad de su publicación.Busco ese equilibro, entre el texto y el dibujo. Ahí está la diferencia entre una buena y una mala obra.
El proceso de edición es distinto. En caso de traducciones hay que trabajar con traductores que tengan experiencia en traducción de NG, sobre todo por la extensión de los textos y el espacio limitado que tenemos para maquetarlos. Por ejemplo, el español es un 20% más largo que el inglés y esto hay que saberlo manejar en cómic ya que no podemos ampliar o reducir bocadillos. Hay que ser muy respetuosos con las intenciones del autor, y si el pensó el libro de una determinada manera, no podemos llegar nosotros y modificarlo. No al menos sin su aprobación.
¿Cuál es su opinión sobre el trabajo de cómic en Colombia? ¿Algún autor o autora que le llame la atención?
Creo que el mercado colombiano ha crecido mucho en cuanto a cómic se refiere, tanto a nivel autoral, como de lectores y de industria. La modificación de la Ley del libro de 93 ha contribuido de forma muy significativa a esto. Se ha normalizado el cómic dentro del ámbito de la cultura y ahora, tiene un valor intelectual en el subconsciente de los lectores colombianos. Pero, creo que aun hay mucho trabajo por hacer. Echo de menos que los medios de comunicación nacionales incluyan secciones especializadas, que se cree un premio institucional (equivalente al Nacional de España), que las librerías abran secciones específicas, que se formen los libreros en esta línea para que puedan cumplir bien su función de prescriptores, que las bibliotecas públicas se abastezcan de cómics y que las ferias del libro incluyan de forma seria a autores de cómic dentro de sus programaciones principales.
Pero, sobre todo, una campaña de fomento a la lectura de cómic. Sin lectores no hay industria, a pesar de que cada vez se publique más y mejor. Necesitamos crear lectores. Ése es el lema y el objetivo principal.
Por último, creo que hay autores muy interesantes en Colombia, quizá la única pega que pongo es que sus obras son demasiado localistas sin una visión mas internacional. Salvo Lorena Alvarez, que el hecho de publicar en Inglaterra ha hecho que su obra se aleje de la no ficción.