Invención de la Historia

Mientras leemos un libro que alude a la Historia se hace inevitable alternar la lectura con algunas preguntas sobre esta disciplina ¿Qué es la historia? ¿Acaso no es un espacio maleable, modificable? Una versión sobre otra, falsificada, hecha de datos y sujeta siempre a revisión ¿Acaso, es también una larga acumulación de notas al pie de página? En la primera fila del diccionario de la RAE, se lee que “Historia” es una “Narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean públicos o privados”. ¿Qué define que un hecho sea digno de ser histórico? No lo sabemos, no lo explica el diccionario. Pero “Historia”, también dice el diccionario, aunque en unas filas más abajo, es una “Narración inventada” las comillas son de mi parte. 

Dejando de lado tanta especulación, e intentando acceder al registro que Francisco Peláez imprimió en su primer libro de cómic, publicado gracias a la Beca a la Creación de cómic y Novela Gráfica de Medellín, en Revisión a la Historia las preguntas y respuestas acertadas sobran, el rigor sigue otro camino, porque este no es un libro que se preocupa por adjudicarse la etiqueta de “La verdadera historia” o “La historia jamás contada”. El libro de Peláez por el contrario, despojado de todos esos encargos, es solo una revisión, pero con el cuidado, atento y detallado que una revisión implica. La de una enmienda y la corrección de una historia que, como todas, siempre habrá que estar reparando. 

La historia de Cartagena de Indias

De esta manera, sin el ánimo de hacer un estudio crítico, o usar el cómic como un medio para enseñar historia, Peláez somete todo a su espacio conocido; al lenguaje burlón, salpicado de un humor retórico, a su línea vacilante pero realista pasada por acuarelas y la sutileza de unos diálogos y narraciones con fraseo pastoril. Elementos que más allá del encaje y del aspecto formalista, engañan la vista del lector, porque estas historietas compaginadas a su manera, y que no se parecen a otras, son su marca, su estilo reconocible, una manera de dibujar su historia. 

El libro que surgió cuando Peláez discutía con un amigo sobre el excesivo estudio de la Historia Europea en colegios y universidades colombianas, fue su respuesta y una manera de ir en contra de esa postura dominante. De esta forma, él como buen hombre emprendedor, sacó su versión dibujada del mito antioqueño del “Berraco” y conseguidor, del hombre que hace plata. Peláez así pudo dibujar al hombre antioqueño y su influencia en varias regiones. Contando en cortos episodios, una historia revisada de Antioquia, y de una parte de la República de Colombia, relatando la historia y el origen de los nombres de algunos pueblos de la siempre insistente república federal. 

Una de las páginas iniciales de Revisión a la Historia de Francisco Peláez

En la primera página del libro se anuncian sus intenciones, los términos y condiciones que Peláez dibuja. Ahí, un grupo de muchachos escuchan a un personaje hablar de las vigas de una iglesia y su relación con la historia de un pueblo; el hombre que parece ser un profesor, le cuenta a los atentos que “El pueblo de Envigado se llama así, porque de allí trajeron ese material”. De inmediato aparece un viejo que interrumpe, y lo acusa de sacrílego. El viejo no para ahí y mete su versión de la historia, una que resulta menos célebre que la bella narración del joven, una que ya suena triste de tanto repetirse. De esta manera, aparece entonces lo que se leerá en las páginas siguientes; la inevitable revisión e invención, que aparece en toda historia, cuestionando  con dosis de ironía la acumulación de datos inertes y enciclopédicos que nos han planteado como la Historia a secas. Esta es la línea que se sigue en Revisión a la historia, la de la fábula, la del relato ficticio en la que lo que menos importa es si lo que se cuenta pasó así o no.  

La leyenda de los pueblos con el nombre de El Tambo

No aparecen acá revisados todos los pueblos de Antioquia, son apenas pocos los narrados: como Acandí, del cual se dice en este libro que debe su nombre en homenaje al sacrificado y prostituido Vasco Domingo Candamil; la endogámica Marinilla, el feudo de los boyantes Jaramillo; los infinitos pueblos con el nombre de Tambo que se extendieron por Antioquia o el Cauca, llamados así por la respuesta “Tan bobo” que los indígenas le daban a los invasores cuando preguntaban dónde estaban, o dónde habían llegado. Así mismo, hay una pequeña historia para Cartagena de Indias, que tiene una de las tantas viñetas geniales que aparecen en el libro, donde hay un grupo de turistas en el Castillo de San Felipe, pasmados por la retahíla de un guía, mientras al fondo se ve una de las torres de edificios recién construidas, y que son parte de la amenaza de retiro del título de ciudad patrimonio de la humanidad. 

Los múltiples parajes del diablo en la República

El libro, fue editado además con la generosidad necesaria que el proyecto requería, porque no se suprimió el color usado por el autor, y se preservó la amplitud original, debido a que se editó en un formato no convencional en las ediciones de cómic nacionales; un formato álbum que respeta la proporción usada por Peláez en sus gigantescas planchas, que no se limitan a lectura rápida sino detallada de todos los fragmentos que dispuso en sus composiciones. Leer entonces Revisión a la historia, es una invitación nada ceremoniosa sobre la historia nacional, que no debemos repetir sino crear, revisar, dotarla de una imaginación narrativa, así sea en cómic, o el arte que sea, oral, audiovisual o escrito, estableciendo un vínculo con esa asignatura pendiente y que es manipulada a cada tanto por los que regentan el poder para su beneficio. Es por eso, que el mensaje que deja Peláez entre viñetas parece ser el siguiente: “no hay que conocer nuestra historia para no repetirla, hay que crear nuestra versión de esa historia y evitar repeticiones”. 

 

Resultado de imagen para Revisión a la historia francisco peláez

Revisión a la Historia

Francisco José Peláez

Libros Antimateria 

32 páginas

2019

 

Mario Cárdenas
Mario Cárdenas
Estudió literatura en la Universidad del Quindío. Ha escrito en diferentes medios sobre cómic y literatura. En sus ratos libres se dedica a tomarle fotos a "Caldera" su Bull terrier.

Dejar un comentario

Por favor escribe tu comentario
Por favor ingrese su nombre aquí

Leer artículos similares...