Las rupturas de varias formas

¿Quién en cualquier época de su vida, no ha experimentado una sucesión de sentimientos que se arrojan como fichas de dominó sobre lo que ha construido con las emociones más íntimas? Tal vez a modo de una cadena de sensaciones, que igual como arropan, pueden ahogar. Esa cadena suele interpretarse como una serie de sucesos efímeros que el tiempo remediará. Si se habla de descomposición, desprendimientos, desintegración, entropía, decodificación e interferencias, parece como una descripción de los estados por los que pasa una solución química o algo parecido. Pero la química también actúa en las esferas de las relaciones entre seres humanos, aunque no siempre de la manera acertada.

Desde la acogedora zona cafetera, pero al margen del entorno montañés, Edd Muñoz (Manizales, Colombia) nos lleva como en un viaje interestelar en un ambiente urbano, por esos estados del alma en los que dos amores «prohibidos», se reconocen en medio de sus encuentros y desencuentros furtivos. Las vidas de los dos personajes que ocupan todo el entramado de la historia, deben ocultar su pecado de infidelidad porque se deben a sus respectivas parejas y por el temor a ser señalados como traidores, recurren a una estrategia fascinante que es invisible a los ojos de los demás: los juegos de la memoria. Si bien la narración se desprende desde la perspectiva del enamorado, la recreación que hace de los lugares e instantes vividos al lado de su chica secreta, hace sobreentender que ella experimenta la misma exaltación, sin que en realidad el lector lo logre comprobar en alguna página. El hecho es que existe una interpretación compartida.

Desprendimientos, como se titula esta otra, abarca en una sola palabra lo que parece configurar la naturaleza humana, como es, el desear lo que no está a nuestro alcance y pagar un precio por ello. Con la hermosa frase «Ahora sé que uno de los propósitos de la materia oscura es ser cómplice de los amantes que se extrañan» consignada en una de sus páginas más icónicas, se corrobora esos juegos de la memoria que se reseñaban más arriba. Ya en las primeras viñetas, una fotografía marca la ruta que seguirá el desarrollo de esta intriga entre dos y que determinará la fatalidad de un final inesperado, pero que se antoja, apenas consecuente. El autor tiene la facultad de detener el tiempo en retrospectiva, llenando ese vacío geográfico y temporal que se interpone, con una colección de momentos fugaces pero intensos en los que, acciones como una lagrima o una mordida, se convierten en alegorías a una constelación; por citar solo un ejemplo de los varios de este tipo que están presentes a lo largo del argumento.

Por supuesto que llevar estas metáforas al plano visual, son un reto que conlleva implícito no caer en obviedades, y Desprendimientos lo logra con una apuesta de un claro-oscuro neutro que dominan en general las secuencias, pero que en los apartes donde se requiere representar sonidos (un resquebrajamiento o una onda) se superponen líneas de diverso calibre o rellenos espesos escenificando un caos controlado. Este comic de 2018, ganador de la primera convocatoria de publicación organizada por la Editorial Fauna Nociva, es un diario limpio de textos saturados, pues se limitan a describir el vaivén de las imágenes adjuntas, dividido en circunstancias en los que cada una es una ventana desde donde sus actores observan pasivamente el paso de un tiempo que fue prometedor en alguna ocasión y que ahora se desvanece en medio de recuerdos, que, en definitiva, es lo único que les queda. Solo basta leer el Manifiesto Desintegrista contenido en el centro de la obra para comprenderla, pues ahí está descrita poéticamente su intencionalidad.

Ahora que el comic colombiano está pasando por un momento importante, es menester seguirle la pista también a las publicaciones que no tienen un impacto mediático y surgen de manera artesanal. Desprendimientos es uno de esos gratos hallazgos que tienen esa cualidad cautivadora de lo sincero porque parte de una reflexión que ha marcado al autor y es común denominador en la vida de muchos otros que se convierten en sus cómplices al abordar esta aventura lectora que se transforma en una experiencia de supervivencia.

 

 

 

Raúl Trujillo
Raúl Trujillo
Ilustrador freelance y bibliotecólogo en formación. Ha realizado colaboraciones para el periódico Dela Urbe, de la facultad de comunicación de la Universidad de Antioquia y Revista Pérgamo de la Escuela de Bibliotecologia de la Universidad de Antioquia. Además ha sido seleccionado para exposiciones y muestras de caricatura e ilustración en Colombia en ciudades como Medellin, Rionegro, Pereira y Armenia. En el extranjero en Buenos Aires (Argentina) y Sinaloa (Mexico).

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