Hay algunos nombres siempre presentes en las ferias de fanzines de Medellín, que cada vez son más populares, entre los más constantes de los últimos años podemos hablar de las publicaciones de Gelatina, Moscovisión y Mazamorry. Con una estética y temática similar, es fácil asociarlas como parte de una misma línea editorial, y sin embargo se trata de propuestas de tres autores diferentes. Gelatina es una creación de Ángela Pérez (1990), Moscovisión es producido por Santiago Restrepo (1997) y Mazamorry por Carlos Martínez (1989), Casetera es su firma artística. Las tres publicaciones llevan tres años o poco más elaborándose y circulando en la ciudad y en el país.
Coinciden en su contenido: tiras cómicas de una página generalmente y en ellas se abordan los temas del amor, el trabajo, los amigos, la calle, el estudio, la cultura, que interpretan a través del humor y el absurdo. En su mayoría impresas y pensadas en blanco y negro, con personajes dialogando como protagonistas en las viñetas, las historietas de estos tres autores muestran el sinsentido o lo risible de la cotidianidad, lo que les ha permitido dirigirse a una comunidad consolidada de seguidores en redes sociales y de lectores de sus publicaciones impresas autogestionadas.
Además de participar frecuentemente en ferias, Ángela y Carlos también gestionan este tipo de eventos sociales donde participan otros historietistas y fanzineros de la ciudad. Carlos organiza La Revueltería y Ángela organizó Eterno verano y la maratón de 24 horas de dibujo de historietas Cosos dibujando en Medellín, que sucedió simultáneamente en Cartagena, Manizales y Pereira.
¿Cómo empezaron a hacer cómics?
Ángela (Á): Yo dibujaba desde que estaba en el colegio y tenía claro que quería ser mangaka, dibujaba pero no hacía cómic. Un día me metí a un curso de caricatura. También fui a un festival que hacían acá y estaban Marco Noreña y todas estas personas hablando de los fanzines, en Entreviñetas. Entonces vi que ellos estaban animando a hacer cosas y me dije que de nada me servía dibujar y no hacer lo que quería hacer, de hecho creo que ese era el mensaje de las charlas de esa feria. Entonces, ahí empecé y las primeras cosas que hacía eran muy autobiográficas, de estar hablando con mis amigos y si nos parecía gracioso algo, entonces lo dibujaba. Empecé haciendo tiras cómicas y ya en este momento quiero hacer algo más serio, salirme del lado de la tira cómica, que no la demerito, pero quiero hacer algo pensado más en la ficción, no tanto autobiográfico. El curso que mencioné era con Rocky, un caricaturista de acá, que también ha hecho tiras cómicas y hay dos cosas que recuerdo que él enseñaba mucho: primero, a hacer un personaje y por ahí empezó Tina [o Gelatina], que fue caricaturizarme a mí misma, y lo otro que nos decía era de la firma, que era super importante.
Santiago (S): Yo también dibujo desde que tengo memoria y fue algo que no dejé a medida que fui creciendo, en el colegio dibujaba detrás de los cuadernos y luego entré a cursos de dibujo, veíamos muchas cosas, entre esas un poco de cómic pero no era tanto de narrativa, sino más por el estilo de dibujo, como el manga, americano, etc. Luego salí del colegio y empecé a estudiar artes en el ITM. A medida que fui conociendo gente fui enterándome de que existía el fanzine y por ahí me fui yendo, me empezó un deseo de contar historias muy influenciado por Liniers y quería de alguna manera hacer algo como él. Por esa época coincidió que salió un taller en la Biblioteca EPM que dirigió Larva, lo dictó Daniel Jiménez, sobre historia del cómic, en algunas sesiones también había invitados como Luis Echavarría y Marco Noreña, que nos enseñó a hacer fanzines en forma de ruana y con ese empecé. También empecé a buscar quien hacía cómic en Medellín.
Carlos (C): Siempre he tenido afinidad por la ilustración, por dibujar. Desde muy pequeño mi madre me compraba tiras de Quino, y las disfrutaba leer por montones, dibujaba y con base en lo que leía también trazaba mis historietas, aunque en esa época no las llamaba como tal, les decía muñequitos. ¿Hace cuanto me dediqué comics? Como tres años, antes de ese tiempo sí dibujaba pero realmente no había una constancia, muy esporádico. Mi formación como tal, hablando netamente de la parte académica, soy Diseñador Gráfico del Cesde, titulado como técnico.
Sus trabajos están muy enfocados en el humor y lo absurdo, en temas muy cotidianos, ¿cómo lo definirían?
Á: Últimamente pienso que es una fórmula que puede ser contraproducente si uno se acostumbra a ella. Está bien porque engancha más, pero a la vez está mal porque no es una historia que vos craneaste y pensaste “ah, voy seguir esto por aquí y le voy a dar un giro”. Sí tengo cómics que son más largos, pero la mayoría están inconclusos, entonces estoy tratando de darles fin. Pero creo que tampoco hay que quitarle el valor porque es una escuela, y hay gente que se enfoca en eso y son unos tesos, Condorito es eso. Y también pienso que es bueno porque ayuda a enganchar a gente que no lee cómic, porque es rápido de leer.
C: Netamente satírico, la idea mía es retratar la situación del colombiano promedio, que mis tiras las lean y que se puedan sentir identificados independientemente si es un chico o una chica o señora.
S: Yo estoy de acuerdo con Gelatina, Moscovisión realmente fue una especie de metáfora que me inventé para darle sentido a lo que quería hacer de contar historias. La metáfora es porque me gusta la mosca porque va por ahí volando sin rumbo, de un lado a otro, y moviéndose y no está muy definido, yo lo que hice fue un anagrama con la palabra cosmovisión que significa forma de ver el mundo. Yo me identificaba con la mosca por ser así (…) yo toda la vida fui así como esa mosca, pero en la carrera me di cuenta, no definía un perfil como tal. Entonces yo quería unas veces esto y otras veces otros, y esa fue la metáfora que me inventé para justificar esa intención creativa de ser como una mosca y de picar aquí y allá.
¿Sientes que has encontrado el camino o la certeza en la historieta?
S: Sí, yo diría que sí. Empecé a conocer el cómic, y desde eso siento que es algo que me gusta, no pienso que me vaya a retractar después. Fue muy interesante cuando vi el taller con Larva porque yo no conocía otra cosas de cómic que no fuera súper héroes o tiras cómicas y yo no era muy fanático de eso, pero ahí vi que había otros géneros e intenciones y otras cosas que podían suceder con la historieta, y sentí que era un lenguaje en el que podía fluir de una manera más natural, entonces veo que sí es como una certeza.
Al ser pensadas desde lo absurdo, sus historietas tienen mucha acogida en internet donde lo que más se comparte son memes basados en este tipo de humor, ¿qué papel cumple para ustedes el internet?, ¿algunas de las cosas que hacen son pensadas para viralizarse en este medio?
Á: El internet funciona para darse a conocer, para divulgar el trabajo y sentir esa validación a través de los likes pero también creo que puede ser algo venenoso o peligroso, porque igual la cantidad de likes no define si el trabajo es bueno o no. Entonces creo que por ese lado es bueno para que la gente sepa que existe Gelatina, Moscovisión o Casetera y es malo también porque la gente lo toma como si fuera un meme más y porque el público que consume el producto físico es menor a la que da likes en Facebook.
S: Pienso que el internet, principalmente las redes sociales que es donde uno participa, es un contexto donde se mueve más lo efímero y lo corto, más digerible. Cuando entré a las redes con Moscovisión me di cuenta de que se mueve sobre todo el humor. Pero si quisiera hacer cosas ya más serias y extensas, uno sabe que en esos contextos de redes no pegan tanto. A mí igual el internet me influencia a veces a la hora de crear cosas, yo veo un meme y me parece muy charro, luego cojo la idea y la continúo en un comic. Las redes en sí podrían funcionar bien pero pienso que uno tiene que ser muy constante, por ejemplo yo veo lo que pasa con Casetera que él si publica muy seguido, yo pienso que eso es lo que ha hecho que tenga tanto reconocimiento en las redes y esa popularidad.
C: Tengo mucho por agradecerle al internet y a las redes sociales porque gracias a estas fue que mi trabajo se masificó, tuvo su viralización el contenido, y pienso que el internet es un medio importantísimo para complementar tu trabajo siempre y cuando sepas canalizar la información, tus ideas y ser objetivo. Porque así como el internet puede ser una herramienta supremamente útil también puede jugar en contra tuya. ¿Cómo así en contra tuya? Resulta que a raíz de la viralización de mi contenido, ya es supremamente común que todos los días vea mis tiras cómicas o viñetas modificadas con otra finalidad y a principio eso me molestaba pero luego me di cuenta que eso es una consecuencia de mi trabajo, ¿y qué hacer ante ello?, tomarlo de la mejor manera. Eso ya es algo cotidiano que alguna persona me escribe “ey, mira, te robaron tu comic, o le cambiaron algo”.
¿Cuáles han sido sus influencias?, sobre todo teniendo en cuenta historietistas locales y nacionales.
Á: Locales, no sé, he llegado a conocer a varios historietistas de acá y conversamos de historieta, pero que los tome como referentes, no. Mi mayor influencia es el manga. La historietista que a mí no me puede faltar es Rumiko Takahashi. Me gustaría enfocarme en comics de terror. También está Junji Ito. Y el estudio Ghibli, es algo que uno tiene que estudiar desmenuzadamente, creo que uno le puede aprender mucho. Hay cosas buenas, por ejemplo, un cómic que me leí de Brecth Evens, Un lugar equivocado, me gustó mucho que él usa un tipo de color para cada personaje y no usa globos de texto sino que los diálogos son escritos en ese color. También me gusta mucho el estilo que usaron para dibujar xxxHolic que es un manga de Clamp, es super ornamentado, me encanta. Influencias nacionales, de mis favoritos puede ser Luto pero no considero que me haya influenciado y también me gusta mucho Reptil, Marco Noreña y últimamente que he conocido más el trabajo de Luis Echavarría. Uno aprende a apreciar cositas que tienen que uno dice guau, pero al final no se adapta a lo que yo quiero hacer, entonces es como, me gustas pero como amigo.
S: A mí me pasa igual que Gelatina, no sabría decir influencias nacionales o locales, pero sí hay ese sentimiento de gusto por la obra del otro. De acá me gusta lo que hace Truchafrita, es como cuando uno sale con un amigo y se va a tomar una cerveza con él y habla de cualquier cosa y como es historiador él también tiene unos apuntes muy bacanos. Este maldito planeta azul de Joni b y de fuera, Pedro Mancini.
C: Locales, también me fascina el trabajo de Luto de Cali, me parece que es un trabajo espectacular, la gráfica, el color, el contenido, la forma en que realiza sus tiras me parece supremamente prolija. De acá de Colombia también me gusta mucho el trabajo de Santiago Oliveros, Sako Asco. De Medellín me fascina el trabajo de Marco Antonio Noreña. Ya tomando artistas foráneos, el favorito para mí es Robert Crumb que es el maestro de la escena underground y también me fascina mucho Quino, por la infancia y los recuerdos que tengo de mi realización como historietista, porque yo empecé a hacer tiras de pequeño, pero no sabía que eran tiras lo que hacía y que me quería dedicar a esto.
¿Cómo ven el panorama a futuro?, ¿se puede vivir de la historieta?
Á: Esto lo puedo decir brevemente de la siguiente manera: Gelatina busca promotor cultural para cumplir fantasías editoriales.
S: Vivir de la historieta no es algo presente en el imaginario colectivo, pero sí hay historietistas. Me parece muy complejo y yo diría que sí se puede, pero las posibilidades son muy pequeñas, tendría que dedicarse a eso de lleno, tiempo completo. Esta generación que viene de atrás, uno ve que le han dedicado toda la vida a la historieta, pero que realmente no da esos frutos que uno pensaría. Yo siempre pienso mucho en Truchafrita o Joni b que tienen sus trabajos aparte en una tienda de discos o dan clases, entonces hasta el momento esa es como la manera que yo veo que puede seguir la historieta acá.
Á: Puntualmente yo creo que no se puede. Creo que los historietistas colombianos lo que tenemos es una lucha por abrir el mercado del cómic, entonces si queremos hacer cómics nos toca tener quien nos mantenga, o trabajar en un call center o tener una tienda de discos, o ser profesores, o algo así porque por ahora no estoy segura que haya ningún comiquero colombiano que se pueda mantener haciendo cómics, puede que lo haya pero no estoy segura. Esa es la tarea que tenemos, abrir mercado aquí. También está la opción de irse a otro país pero eso también es mucho trabajo. Son complejas pero son cosas que tenemos que hacer sí o sí.
S: Yo diría que a los que les va bien aquí por hacer cómic se forman demasiado en el cómic de acción o de manga, y luego logran conseguir un trabajo en Marvel o DC, pienso en personas como Carlos Granda.
C: Por supuesto, yo me quiero dedicar de lleno a la creación de cómic, lo que sucede en este país es que este tipo de oficios son un tanto malagradecidos, por así decirlo y también, tristemente tengo muchos colegas que no ven esto como un oficio en sí sino como un hobby, e infortunadamente no cuentan con los ingresos para subsistir desde el cómic como tal, entonces ¿qué les toca?, recurrir a con otras actividades laborales para complementar sus gastos. Entonces si algo agradezco enormemente es poder decir que vivo de mi sueño, que actualmente no gano lo que deseo ganar pero que voy bien porque gracias a esto me fui de la casa, pago un arriendo, me costeo los viajes. En un principio, mi contenido se resumía netamente en el internet, de manera digital, a raíz de la masificación de mi trabajo, fue que sentí la necesidad de materializarlo, en la creación de fanzines, soy creador de Mazamorry Magazine y ya voy para el cuarto número, aparte creo también material de autogestión, stickers, posters, llaveros, infinidad de cosas.
Carlos, ¿con lo que ganas con tus historietas puedes sostenerte para vivir?
C: Completamente, eso es lo que yo agradezco constantemente, poder decir que estas cositas tan mínimas que uno dice “¿puedes vivir realmente de eso?”, puedo decir con toda tranquilidad que sí, que es así, y es decirles a todos los que me escuchan que es posible vivir de esto, siempre y cuando seas disciplinado y haya constancia en tu labor.
¿Qué escenarios existen y has identificado que si un historietista participa de estos logrará en un futuro mantenerse de su trabajo creativo?
C: Bueno, la verdad es que es un tanto compleja la operación, debes ser una persona muy proactiva y estar en la búsqueda constante de espacios que promuevan este tipo de corrientes, festivales, ferias, tanto gráficas como fanzineras, también contar con la disposición del viaje, porque si no encuentras acá el espacio idóneo para darte a conocer, te toca salir a buscar. Y así fue como terminé en la Feria del Libro de Cali y de Bogotá, infinidad de eventos en otras ciudades donde se me dio la oportunidad.
¿Sienten que son suficientes estos espacios de participación?
Á: No sé si la palabra sea suficientes, espacios pueden haber muchos. Muchas veces esas ferias no son tan específicas de cómic, sino que van más hacia lo gráfico, por ejemplo La subterránea que organiza el Museo La Tertulia es una feria gráfica y se venden cómics pero no tiene enfoque particular de cómic, El Faire que tampoco es específica de cómic y Entreviñetas sí hace de cómic. Según el nombre Comic Con sería de cómic pero hacen actividades que tiene que ver más con (…) un montón de stands que venden accesorios de cómics, cosas relacionadas al cómic, no con cómic en sí.
Entonces creo que es crear más de estos espacios específicos y además que tengan la credibilidad suficiente para atraer público nuevo. De hecho, uno muchas veces va a ferias y no se entera de que en Medellín hay comiqueros nuevos. Supuestamente en Medellín es donde hay más gente que hace cómics en Colombia y estoy segura que no nos conocemos entre todos, creo que también eso hace falta, crecer esos vínculos que nos permitan crecer la comunidad y así podemos generar estos espacios donde se pueda atraer público que lea y compre historieta.
¿Creen que en Colombia en este momento se está generando un camino hacia la profesionalización del cómic?, ¿o hay una suerte de especulación frente a espacios de participación que surgieron este año y que no necesariamente presumen una continuidad?
Á: No creo que haya profesionalización, creo más bien que como uno está metido en ese medio, y ve que hay más gente, uno cree que está creciendo el asunto, que hay más público, pero a la hora de la verdad yo creo que no, ¿qué pasa?, que los que estamos metidos en el cuento buscamos nosotros mismos generar espacios o talleres. Puede que mi visión sea muy pesimista, pero también creo que se han generado cosas que pueden ser muy beneficiosas como por ejemplo Los cómics son buenos y otros medios, me parece que le han dado publicidad, a veces es también una manera de darse cuenta de lo que están haciendo otras personas. Eso es lo bueno, son cosas que generan conversación, en redes sociales en general. Al generar conversación, a la gente le queda en la cabecita el asunto. La ventaja es que hay aprovechar que se da ese momentico de gloria y entonces hay que ver qué se puede hacer mientras nos están dando esa visibilidad.
S: A mí me gustaría creer que sí estamos en un camino hacia la profesionalización del oficio, me parece muy válida de todas formas esa especie de duda o sospecha. De todas formas, se están haciendo buenos esfuerzos en torno a la historieta en el país y en ese sentido sí estaría más inclinado a creer que sí, pero ese camino va a ser largo, aún así pienso que vale la pena los esfuerzos. También el espacio de la Fiesta del Libro dedicado a la ilustración y cómic en los últimos años. Como dice Ángela, creo que hay que aprovecharlas y tratar de impulsar lo que más se pueda y tratar de hacer cosas en ese sentido, por ejemplo, Ángela que ha estado enfocada en organizar ferias. Son un conjunto de esfuerzos regados que vale la pena apoyar. También es importante lo que ha pasado recientemente a nivel internacional con algunos autores de acá, como premios y reconocimientos, como Lorena Alvarez, Henry Diaz.
Á: Creo que por la parte de la profesionalización, pueden haber nuevas personas queriendo hacer cómics y a veces chocan con la dificultad que tienen con el mundo real, la contrariedad de darse cuenta de que no es un modo fácil, o un camino marcado y ya, puede que eso desanime a la gente que está empezando, creo que a la final termina el que de verdad lo quiera.
C: Hay que decir que en este país hay mucho talento. Por ejemplo, el premio que ganó Lorena Álvarez, también lo que ha logrado Paola ahora con Virus Tropical que había sido una novela gráfica ya pasó a ser algo fílmico, Diego Zhaken de Bogotá que también que se ganó un estímulo. A lo que quiero llegar es que en este país sí hay demasiado talento, de pronto estamos un poco separados, no porque queramos sino porque como gremio no estamos debidamente asociados, no tenemos como una sociedad legal que vele por esto y creo que nos estamos fallando nosotros como historietistas. Creo que sí hace falta un poco de solidaridad gremial para que podamos construir un grupo establecido, un grupo donde podamos no solo darnos a conocer, sino también difundir y masificar todo nuestro contenido.
¿Qué opinan de los estímulos y las becas?, ¿han participado en las convocatorias?
Á: Uno aprende a resignarse, para eso son las becas. Me he presentado a un montón de concursos y becas, se aprende disciplina porque tienes que presentar una parte escrita con el argumento, la sinopsis y otra parte con los dibujos que siempre es una cantidad grandecita. Con lo que no estoy de acuerdo es que no hay retroalimentación entonces uno no sabe qué está haciendo mal. En mi opinión creo que no eligen jurados que sean tan acordes al asunto del cómic, porque escogen personas que están metidas en el periodismo o que son escritores. A veces no te califica alguien que hace cómics y que es muy teso, y entonces vos te sentís bien calificado, de pronto creo que hace falta eso, no es lo mismo escribir un libro que hacer un cómic.
S: Con las becas, no conozco realmente (…) por ese lado no he estado demasiado pendiente.
C: Ya es varia la gente que me ha hablado y motivado para que participe en este tipo de estímulos, jamás he participado en uno. Respecto a los jurados, no tengo nada para opinar porque no me ha interesado averiguar de quién se trata o saber bajo qué criterios los escogen. ¿Por qué concretamente, de momento, no estoy interesado en participar en este tipo de ayudas o estímulos? Porque siento que ese tipo de ayudas las puede necesitar personas que de alguna u otra forma no estén tan rankeadas como lo estoy yo en este momento en mi trabajo, sin querer sonar pretencioso o arrogante. No veo de momento la necesidad, siento que voy bien, tal vez, más adelante podría aplicar para una. También considero que en este momento no he tenido el contenido apropiado para participar, dado que mi producto estrella que es Mazamorry Magazine es un recopilatorio con varias de mis tiras, o sea cada página es un cómic diferente, entonces si yo quisiera aplicar para una novela gráfica, por muy historietista que sea, por muy rankeado que esté, no cumplo con los requisitos para serlo.
Podríamos decir que en los últimos 5 o 6 años las publicaciones autogestionadas están cada vez más presentes y se han vuelto una posibilidad para más personas, sin embargo, ¿se han preguntado por otras formas de publicar, por ejemplo, con las editoriales?, ¿han investigado qué editoriales hay y cómo publicar con ellas?
Á: Por el lado de editoriales, creo que es muy complicado, pero igual hay que medírsele. Yo me he puesto en la tarea de mirar varias editoriales que estuvieran enfocadas en cómic, algunas pedían el trabajo completo, unas piden un adelanto, pero más que nada buscan el trabajo que esté completo y eso si es muy difícil porque hacer cómic toma mucho tiempo, hay gente que puede demorarse dos años o tres años haciendo un libro, y como uno no vive de hacer cómics entonces toma tiempo.
S: Sobre las editoriales, funcionan más por lo que les dio gana de publicar que porque uno les mande un proyecto y ellos te digan “ve, nos gusta tu trabajo, lo vamos a publicar”, es más por lo que ellos vean por casualidad o porque les gusta, que lo que uno se presente. Es lo que he visto desde afuera porque, por ejemplo, estaba viendo una entrevista a Pedro Mancini y dice que una editorial de España simplemente lo llamó porque había visto su trabajo. También con Joni b que cuando fui a comprar Este maldito planeta azul me contó cómo fue también y que él simplemente tenía cosas montadas en un blog, la editorial lo vio y lo contactó porque les había gustado.
C: Bueno, te confieso acá que ya me escribió una editorial para trabajar conmigo, que hagamos en conjunto algo y se materialice. De momento no deseo hacerlo porque soy una persona muy vaga y muy perezosa, y para eso se requiere cierta dedicación como dibujante, y no estoy interesado, le dije que no. Todavía es un no certero, entonces prefiero esperar cómo evoluciona la situación para saber a qué acuerdo podemos llegar. Les dije que no en un principio porque para mí la creación de un fanzine es algo que raya completamente en la autogestión, ¿y qué es?, soy yo con mis propios medios creando lo que yo quiero hacer sin necesidad de terceros. Entonces digamos que también es un poco que raya con mis ideas personales, aún de momento siento que no es compatible.
¿Qué proyectos se vienen paras ustedes?, ¿cuál es su proyección como historietistas?
Á: Como me he presentado en varias becas, tengo varios proyectos empezados y lo que estoy haciendo es tratar de acabarlos, tengo más de tres libros para hacer, novelas gráficas. En la que estoy trabajando en este momento es de suspenso, terror e ironía: es un historietista que hace un pacto con un viejo equis para que sus historietas tengan éxito [se llama Oculto]. Tengo la esperanza de acabarla este año y ya luego miraré si hago preventa o me pongo a vender empanadas para gestionarla.
C: Es que antes de que me fuera como me va ahora que es básicamente vivir del cómic, ¿ahora qué quiero de manera como más concreta?, ganar más dinero, ¿qué debo hacer?, no sé, pensar y pensar cómo capitalizar mejor mi trabajo, pero vamos bien. Te diría de manera muy básica que sí, ganar más dinero de esto, pero es que el dinero no lo es todo. Entonces digamos que es que me inviten explícitamente a participar en eventos, no sólo vendiendo, sino también participando como conferencista que también lo he realizado y me agradó mucho la labor y pues disfrutar la vida.
S: Yo realmente nunca me he puesto a hacer una historia más larga, la más larga ha sido de cuatro páginas. Sí me gustaría mucho hacer historias más largas, pero realmente no lo he hecho, tiene que ver mucho con que estoy terminando la carrera, y eso me tiene muy agobiado, lo único que quiero es graduarme y quitarme ese peso de encima. De trabajo de grado para tener el título en Artes, lo que estoy haciendo es un número de Moscovisión y este va a tener más trabajo y más exploración. Hay que acompañarlo también de una monografía que es una parte reflexiva y teórica, igual como pinta el asunto me emociona porque siento que va a ser un Moscovisión muy completo, en el sentido de la metáfora que es Moscovisión.