María del mar o «La parcera», es una activista que desde el fanzine, la pintura, el graffiti, la ilustración comunica lo que es importante para ella. Es divertida y habita desde la ternura radical. Es estudiante artes plásticas en la Universidad Nacional sede Medellín. Le gusta callejear y dibujar a su perrita luna en los muros de la ciudad.
Hablamos con ella sobre sus autoficciones y el amor que le tiene a su arte, y sobre todo por qué es importante dejar un mensaje activista que resuene con las personas.
Desde la ternura radical, entendiéndola como el ser crítico y ser amoroso al mismo tiempo, ¿Cómo diría que es narrar (y narrarse desde) la experiencia femenina?
Parce, pues desde lo que yo entiendo y desde mi cómic que es demasiado íntimo, lo baso en que soy una persona que me puedo ver muy ruda, muy de carácter, pero uso la ternura radical para ponerle un toquecito de sí soy fuerte, pero yo no me puedo olvidar que soy un ser sintiente y que mi entorno tiene también sus sentimientos y sus cosas. Es envolver el carácter y esa fuerza, no por ser femenina, sino, por ser consciente de la otra persona. No solo de las personas, también del entorno, no solo debe ser con otrxs, también puede ser con los animales, y el espacio que habitamos. La ternura radical no debe importar desde el enunciamiento, la ternura radical debe abrazarse por sí misma. El sistema capitalista hace que actuemos a lo malhecho, en un ambiente tan hostil, que una aprende también a ser así, mala clase y a poner límites, que no es malo, pero también es importante el amorcito en sí, que nos apañe. Tampoco es caer en la autoconmiseración, sí con ternura, pero firme.
«La parcera» y su evolución fue pasando por procesos creativos ¿el encontrar tu estilo al dibujar a la parcerita cómo fue? ¿Cómo nace el personaje que hoy conocemos?
Hace unos días, encontré una carta que le hice a mi papá, y así super amorosa… al final hay un dibujo de mi papá y yo, el dibujo es mío, y mi representación en el dibujo está acompañada con una burbuja de cómic. Y es que ya hace muchos años, yo venía pegada con el dibujo y las letras… porque si te has dado cuenta hablo mucho, y quería hacer un personaje. En ese momento estaba pasando por muchas situaciones malucas, estaba descubriendo y descubriéndome, y tenía una malparidez existencial. Entonces me dibujé como con un monstruito sobre mis hombros como todo pesado, todo brusco… y le puse la Malparidez existencial, y luego fue otro, y así, todo muy íntimo. Había gente que me preguntaba si esa era yo y yo decía que no, que obvio no. Pero obvio sí, es un alter ego. Pero si, siempre ha sido así, mis sentires, mis opiniones políticas, ahora también hace unos años que me enunció desde el feminismo para llevar un mensaje y que otras personas se sientan identificadas.
Tu arte también está presente en las calles de la ciudad, ¿cómo empezó el llevar a «La parcera» a vivir en los murales?
Yo ya había hecho trabajos de muralismo, si era muy los colores de «La parcera», muy la geometría, pero yo me fui atosigando mucho, porque era: dibujo, dibujo digital, y fue como marica esto hay que sacarlo, estaba cansada, incluso tengo pinturas tamaño tabloide, y fue como tengo que explorar nuevos medios… así como antes que las viñetas eran cuadradas, pues, siguen siendo cuadradas pero ya no están esas líneas ahí dibujas, porque me empecé a ahogar. Esto tiene que trascender, el primer mural que hice fue en el dos mil veinte. Ya desde el graffiti también, que me gusta mucho pintar es a mi perrita luna, ella es mi carácter en la calle, porque «La parcera» lleva mucho más tiempo, y muchos no son muros legales y mi perrita es una nubecita con una navaja en la mano, entonces es mucho más fácil dibujarla a ella, porque también me enunció bajo la premisa de que las calles son nuestras, soy andariega y esto tiene que estar por ahí también.
¿Quiénes fueron tus referentes en historieta e ilustración al empezar a dibujar y construir a «La parcera» que vemos hoy?
Al principio veía mucho el trabajo de Sonia Lazo (ilustradora). Pero, yo pienso que mi influencia fuerte fueron las caricaturas de Cartoon Network, pues, indirectamente fueron unos referentes. Mi estilo de tanto ver eso, Steven Universe (como ejemplo de la ternura radical) era mi favorito, ahora pensándolo bien, esa redondez de la cara de «La parcera» viene de verlo. Ese, y la expresividad del Maravilloso mundo de Gumball, porque son muy expresivos los rostros y este… el del campamento de misterio.
«La parcera» y «La chinguita» son autoficciones de María del mar ¿Qué las diferencia?
Hay papeles que tiene «La parcera» que debería tener «La chinguita». Ella nació, en pandemia, ya estaba hastiada de «La parcera» que dije no, aquí debe haber otra persona que viva las cosas diferentes, he notado que hay cosas que hago más desde la conciencia o desde la intuición… y así fue con «La chinguita», ella es una niña y la imaginación de una como niña es increíble y una siente que el mundo es de una y todo es tan mágico y teniendo en cuenta todas las violencias que sufren los niñas y niños deberían tener superpoderes, con ella es eso, como, resulta que si me hacen algo, pues yo tengo rayos láser en los ojos… esa si es como la diferencia. «La parcera» es de contacto, a lo malhecho, si tiene que golpear golpea y ya. Pero «La chinguita» tiene formas más fantásticas de solucionarlo, porque es una niña que esta pequeña.
Lo cotidiano, las calles, el parlache, están presentes en el arte de María del mar, ¿Qué experiencia hace que quieras narrar a «La parcera» de esta forma?
Volvemos a lo mismo, porque no es algo premeditado, es intuitivo. Yo soy de Caucasia y llegué a vivir acá a mis doce años, no salía de la casa sola, y llegué a Medellín a estudiar en el INEM, se me abrió un mundo, y yo ya solo quería estar en la calle conociendo cosas, resultaba en lugares muy underground, pero estaba viendo y estando con gente que tenía problemas de adicción pero yo solo estaba viendo… en este momento sigo siendo igual pero ya no estaría ahí, entonces «La Parcera» es una extensión mía, ella habla como yo hablo, para mí la calle es la vida real, y más en la noche, para mí la noche tiene una vuelta mágica y de distopía, para mí el ser humano es sincero y es lo que es en la noche, en el día está la masa y se mueve con ella, pero en la noche son puras individualidades y no importa nada y nadie te está viendo como en el día. Me gustaría que todo el mundo viera ese tipo de cosas por medio de «La Parcera».
En «La parcera» se nota el tinte feminista, tema que en lo personal considero altamente importante narrar y experimentar en el tiempo actual. La pregunta aquí es, ¿Cuán importante es para ti dejar un mensaje a través del dibujo y el feminismo?
Full importante, y más porque a mí me salvó en parte el dibujo, yo pase por una situación traumática. Cada ocho minutos una mujer en Medellín está siendo maltratada, ahí fue donde yo creé el fanzine «Cariño, debes denunciarlo», es una guía práctica para saber qué hacer en casos de violencia de género… ya sea dar herramientas para identificar que te están haciendo Gaslighting, pero también para identificar que tengo una red de apoyo presente, ya sea escribir al perfil de @laparceracomic, o a la amiga o la hermana, para ver si entre nosotras nos apañamos.
En ese fanzine «Cariño, debes denunciarlo» hablas desde una experiencia personal de violencia de género. Más allá de querer compartir una guía sobre qué hacer en estos casos, para educar y prevenir, ¿Por qué decides hacer activismo desde el dibujo?
Porque… como te comentaba ahorita, el dibujo ha sido mi forma cómoda de comunicarme y como es mi forma cómoda no me tomó mucho esfuerzo hacer eso, y lo que me impulsó es que este le tenía que llegar a muchas nenas y a manes para que también lo compartieran con ellxs mismos o con las amigas, la hermana…. Y yo soy muy visual y según yo la gente no lee mamotretos de información, hay gente que lo hace, yo lo hago, pero que lo cuente en un dibujo es más cómodo. Y pues es que el acceso parce, a palabras y un lenguaje técnico, me parece que puede rayar con el clasismo, pues, quién puede leer este tipo de texto, esto es para que le llegue a todo el mundo. Pero sí, básicamente es para ser leídos por todxs. Con el fanzine es más breve esta lectura.
